martes, 30 de octubre de 2007

El amor se alimenta del desdén.

Dice Velasco, yo no sé, pero imagino que algo de cierto hay en ello: “Con tortuosa frecuencia, el amor se alimenta del desdén.”, al final del penúltimo párrafo de su post de hoy. El habla de París, yo hablo del amor a un hombre.

Velasco y yo siempre hemos tenido complicidad, y me refiero a él como figura literaria, a él como escritor. Con su obra, pues, he tejido cordones de empatía. Guardo sus libros en mi armario y hasta hace unos días he descubierto su blog, dentro del boomeran. Me regocija leerle y sobre todo encontrar frases que hagan que se me prenda el foco y con ellas le encuentre explicación a cosas que me pasa y que por lo general me tienen azotada (para variar).

El otro día me dijeron que yo confundía el amor con las ganas de ir al baño. Claro, eso me lo dijo un desdichado al que jamás pude decirle que defecara conmigo. Si me lo hubiera dicho hace años, probablemente me hubiera puesto a pensar que tanta verdad había en aquella afirmación, pero hoy, ¡Por favor! Estoy segura de lo que siento y ahora menos que nunca confundo las circunstancias. Ya no soy una adolescente, aunque en mi imagen para mostrar de MSN Messenger, tenga una foto de Arale o en mi nick ponga estrellas, lunas y combinaciones de colores. Hoy, se que el amor no me está negado y no sólo porque me intereso en alguien, sino porque estoy en un proceso de enamoramiento con el amor mismo, por eso nadie tiene derecho a afirmar disparates del tipo.

Estuve acostumbrada al amor intelectual, a el incondicional, al amor de compañía, al ocasional, al platónico, hasta en el imposible y el para siempre. Una gran cantidad de enamoramientos fatuos y, si acaso, dos amores que me calaron, sólo que uno lo vomité antes de que me enfermara y el otro, el primero, me marcó para siempre. Con ello no quiero decir que en mi queden restos de alguien que ya fue, para nada. En esas relaciones existieron constantes, como la proximidad e inmediatez que llegaba a la obsesión y el aferramiento. Todo eso hacia que viviera periodos de confusión y desorden emocional. Conforme pasó el tiempo aprendí a desechar esas conductas y me aferré a vivir en una soledad, al principio, desolada y después cómoda y placentera.

Ahora estoy descubriendo muchas cosas, por ejemplo a una nueva manera de comunicarme y entender las palabras del cortejo. Me descubro a mi misma enamorando a alguien, cuando siempre estuve acostumbrada a que me enamoraran. Aún me es difícil seguir la corriente de este río de sensaciones. Trato de dejarme fluir y no hacer prisas, pero lo mujer se me sube a la cabeza y a veces vuelvo a sentir el hueco en el estómago. Siento las manos amarradas al no poder escribir explícitamente lo que realmente siento en este momento, pero yo misma me he impuesto no decir más. Entonces, encuentro consuelo en las palabras de Velasco, porque siento que este amor va acompañado por un desdén involuntario, que me hace mantener los pies en la tierra, en un camino hacia el amor total. Quizá uno más grande, puro y sincero, que ningún otro. Encuentro en el desdén las armas necesarias para salir avante en esta locura.

Ruidismo: En este tiempo de sequía, en el desierto todo está seco y por lo tanto limpio y ansioso de lluvia. De hecho, este desierto espera a Tláloc para que le haga el milagrito.

domingo, 28 de octubre de 2007

Lovely Rita

Soñaba que corría por un gran campo lleno de flores, enmarcado por una cordillera rosada en un atardecer perfecto. El pecho presionado por una gran felicidad, efímeramente, le tenía dentro de su cuerpo sostenido de las mamas. No sabía si llorar o reír, los ojos parecía que se salían de júbilo, dicha, espanto u horror. No podía controlar las emociones. Corría llenándose los pulmones de salvación, aquello le sabía tan bien que al llegar a una colina, paró su carrera para contemplar su realidad sur real. No necesitaba saber que era lo que la tenía poseída, se conformaba con sentir que un latido le recorría el cuerpo dándole escalofrío y, como era costumbre en ella, se abandonó al goce.

Se despertó en el parque, ya era de noche. Un farol le iluminaba la cara haciéndole un cenital perfecto. El bolso aún se encontraba tirado sobre una baldosa. Estaba tiesa, casi a punto de congelarse; serían más o menos las 11 de la noche en todo su sereno. Avergonzada, cual puta mustia después de un negocio, cogió su bolsa y marchó rumbo a su departamento.

Al llegar a casa lo primero que hizo fue poner lo necesario para prepararse un café que le devolviera el calor a su cuerpo gélido. Recogió el desorden del desayunador, cambió la bolsa del cesto de la basura y volteó recorriendo lentamente todo a su alrededor, checando que algo estuviera fuera de su lugar para ir inmediatamente a acomodarlo. Estaba ansiosa, al no encontrar mayor desorden del ya solucionado, volvió su mirada a la cafetera que lentamente goteaba sin terminar de llenar la taza. Taconeaba sobre el piso de cerámica haciendo un estrepitoso ruido que le taladraba los oídos, pero era mejor que estar en silencio total. Por fin estuvo listo el café, tomó el recipiente entre sus manos para que el calor que le quemaba le llegara a la cabeza; necesitaba salir de esa conmoción. Se fue a la sala y con el control remoto le dio play al stereo, se quedó meciendo el cuerpo y susurrando.

[Remember the first time i told you i love you, it was raining hard and you never heard. You sneezed and I had to say it over; “I said I love you” I said… you didn’t say a word, just held you hands to my shining eyes and smiled as you kissed me…] there is no if - the cure

Sentía la asfixia. Jalaba mucho aire y lo sostenía dentro de sus pulmones, luego exhalaba lento. Paladeaba como buscando un sabor que no era el propio del café, sino algo más, algo que sabía que estaba en ella, pero al no encontrar una evidencia, secuela o rastro de ello, se sumía en una profunda tristeza.

[… “if you die” you said “so do i” you said… and it starts the day, you make the sing. “Tell me I’m forever yours and you’re forever mine, forever mine”…] there is no if - the cure

Esa melancolía decantaba lo que estaba bebiendo y la cafeína se le metía por las venas, quemándole todo lo que fuera ausencia, luego el agua le salía por el lagrimal en forma de gotas que escurrían soledad. El corazón le latía cada vez más rápido, al tiempo que la asfixia fue tal, que soltó la taza. Cayó rompiéndose en pedazos y su cuerpo se desvaneció sobre el sillón. Ya no pudo más que soltar el llanto.

Y es que una vez que se escucha, huele, saborea y siente el amor, no podemos vivir más sin él. Aunque nos vuelque los sentidos, nos trastoque la realidad, nos llene de júbilo o nos ahogue de tristeza. Por eso Llora tirada en la sala de su departamento, porque sabe que por fin le tiene; pero no le ve, no le encuentra a su lado, ni merodeando sus recuerdos.

sábado, 27 de octubre de 2007

hay tantos poetas...pero tan poca poesía

Hace algunos días leí esto, cito:


Por medio del la red interactiva de difusión del Observatorio Ciudadano de los Derechos de las Mujeres, hago llegar la siguiente información

“La Revista Fernanda y El Palacio de Hierro tienen el agrado de invitarte a participar en esta divertida y singular competencia, única en México.”

Así inicia la promoción de una “carrera de tacones” que pretende llevarse a cabo el próximo 28 de octubre en la ciudad de México. La “divertida y singular competencia” consiste en que mujeres mayores de 25 años corran 100 metros, certificados por la Federación Mexicana de Atletismo, en la Avenida Horacio de la colonia Polanco, usando tacones de aguja que midan por lo menos 7 centímetros y hasta un máximo de 10.5 centímetros. Por si fuera poco, en la convocatoria hay un apartado bajo el subtítulo “¡Ponte muy guapa y gana más premios!” en el que informan que, después de la carrera, las competidoras podrán concursar por los títulos de “El mejor peinado”, “La más elegante” y “La mejor sonrisa”.

Post que me encontré en Mujeres insumisas. Me pareció tan divertido, ver a montones de mujeres corriendo en tales fachas, que hasta pensé, si pudiera, inscribirme, pero ya ven que la distancia me lo impide, bueno, el caso es que me tocó ver comentarios donde les parecía vergonzoso y hasta misogino tal concurso, yo les dije que no se lo tomaran tan apecho. Luego, hace un ratito, me encuentro por allí, otra convocatoria para un torneo, que chequen nomás, cito:



VersodestierrO
presenta
Torneo de poesía
Adversario en el cuadrilaterO
Fase clasificatoria:
Centro Cultural José Martí
(Saliendo del metro Hidalgo)
sábado 27de octubre
12:00 horas
Mecánica del torneo: en la primera fase
todos los inscritos leerán su poema, y clasificarán 16.
En la segunda fase (octavos de final: glorieta de Insurgentes)
se enfrentarán en el cuadrilátero poeta vs. poeta
los 16 participantes, en ocho enfrentamientos.
Clasificarán ocho poetas a la siguiente ronda
(cuartos de final: Foro Alicia), de la cual sólo
quedarán cuatro para la semifinal, de ella tendremos
los dos adversarios que se disputarán
el trofeo del primer lugar.
Inscripciones: están inscritos 30 poetas.
Pero se pueden inscribir 5 poetas más (no raperos)
poco antes de las 12 horas, este sábado 27 de octubre,
en la explanada del Centro Cultural José Martí,
con Andres Cardo.
Puntos a calificar:
Poesía. Contenido. Proyección escénica.
Los jueces estarán en vivo para determinar
la puntuación de cada uno de los poetas.
Los crónistas del Torneo darán comentarios
en vivo a lo largo de todos los encuentros.
Los premios constarán
1er lugar. Un trofeo y la colección completa
de los discos que se han presentado en el Foro Alicia.
2do y 3er. lugar. Paquete especial de libros.
El reconocimiento a la poesía también está en el ejercicio
y el enfrentamiento con el mundo, es decir, con la gente.
La poesía no necesita guantes

Por favor!!

Sin palabras, ahí si se animan me dicen para ver que tanto les gusta hacer el ridículo.

Ruidismo: Entre poetas... no mamen!

viernes, 26 de octubre de 2007

amo los viernes en la noche!!!

Ya te conté que amo los viernes por la noche? Seguramente eso no lo sabías. El día estuvo más activo que el de ayer, pero aún así tuve toda la tarde libre de trabajo. Dormí, terminé de leer unos libretos y me puse a analizar uno de ellos que me llamó la atención se llama: “El cazador de gringos”, la propuesta está muy buena pero siento que le falta, el final no me convence. Poco me gustan los textos teatrales regionalistas o con lenguaje de barrio, será que estoy muy contaminada por tanta puesta en escena que, he visto, adaptan a un lenguaje coloquial… y no digo que este mal o bien, sólo que no han tenido la suerte de salir avante, entonces después de ver que echan a perder obras muy bellas le he tomado recelo al típico dialogo entre unos compadres, por llamarle de una manera. Sé que sueno muy despectiva, pero no hay más.


El cazador de gringos… en sí es buena historia, diálogos fluidos sólo que a ratos me pierdo, bueno… quizá la pendeja soy yo por no entenderle, pero ñee, ni que fuera principiante en textos dramáticos, algo le falta o le sobra, aunque apenas empiezo a trozarla, en fin… a ver que le saco. Y nomás por hacer el daño de criticarla porque ni planes tengo con ella. La neta, nomás para destrabarme de mi proyecto, porque ando atoradilla y luego Ana viene hasta la semana que entra. Desde la última vez que vino, casi no hemos platicado y necesito cuanto antes plantearle unos giros que le estoy dando a la historia. Bueno, bueno, bueno. Basta.

Te decía que me gustan mucho los viernes, en especial las noches. Mi casa se hace un silencio profundo más que el resto de la semana. Puedo disfrutar más de la música, leer más gusto, ni se diga escribir, las letras salen solas; mi cama se hace más grande y mi soledad se regocija a solas, hasta respiro mejor. Con eso de que últimamente mi casa parece la vecindad del chavo ando toda engentada y cada que tengo un rato libre me encierro en mi cuarto, aún así el escándalo de la calle y los nuevos vecinos (haa, tampoco he hablado de mis nuevos vecinos, bueno…vecinas) me exasperan. Por eso a ratos me dan ganas de salir corriendo, mandar al demonio a todos, al negocio, a la familia, hasta a mis amigos, ni que decir de la buena vida. ¿Buena vida? Por favor, esto ya no es vida (ya me amargué). Respira, Berenize, respira.

Los fines de semana, en especial los viernes por la noche, mi casa se queda silencia. Los que hacen ruidos se van a la calle y no llegan hasta el amanecer, en el mejor de los casos hasta el domingo, así que para mi es todo felicidad. ¿Quién busca calle, cuando se puede tener la casa entera para mi sola? Antes me gustaba salir de fiesta los viernes y quedarme en casa los sábados, pero de un tiempo para acá los papeles cambiaron y es el sábado cuando desde temprano me voy a la calle, ni se diga el domingo, que ese día lo tengo para la vagancia total, todo el día. Por lo general en casa los sábados y domingos son de revolución, es lo malo de vivir con los abuelos, siempre tienen visitas.

Lo bueno es que la nueva vida ya casi me alcanza. Me quedan dos meses viviendo en esta jaula de locos, luego, a recuperar mi vida, mis pasiones, disfrutar de mi soledad, recorrer otras calles, ver otras caras, a sabiendas de que a los meses estaré extrañando mi camita, a mi abuelita y a todos los que me hacen renegar, porque al fin de cuentas son mi familia, por más destrampados que estén.


Si bien dice txristian cuando me defiende: “Ella en su mundo es normal, nosotros somos los locos” sniff, ¿te suena conocido?

ruidismo: Tengo más de una razón para esperar enero.

martes, 23 de octubre de 2007

Octubre ácido

Desde hace muchos días he andado perdida musicalmente. Entre que la mayoría del tiempo que escucho alternativo me suena a una sola canción y mi amnesia de grupos de roxito (así le digo al “rock en español”, nunca peyorativamente), hasta la identificación sobremanera con el folk. En lo que va del mes he visto dos veces a mis amigotes, entonces he escuchado poco metal.

Este mes por lo general siempre ha sido oscuro, incluso antes de entrar octubre voy preparando mi soundtrack, retomo el doom y me clavo en lo gótico; este año no me pasó así y creo que el pasado escuché, realmente, muy poco de esos géneros. En el 2006 me llené de folk y ahora he tenido un octubre ácido. Que buen título.


Janis Joplin, pink floyd, Hendrix, los doors, Jefferson airplane, los who, led zeppelin, los velvet underground, etc. Pero sobre todo me he clavado en los doors. Tanto así me siguen, que el fin de semana que salí con Vinnie, Daniel y la negra, terminé escuchando los doors, siendo que con ellos es raro llegarle a lo clásico (si se hartan de mi cuando habló y habló de los beatles, tanto, que ya ni los menciono) y no porque no les agradé, sino que preferimos poner un genero que nos complazca a los 4 y yo que soy la más diversa, siempre sedo.

Desde hace un tiempo, Ana ha estado visitándome con regularidad, se pasa fines de semana enteros en casa, por ello lanzó una queja o algo así, dice que siempre que viene no escucha otra cosa que no sea The Beatles. Le digo, que en realidad ahora los escucho menos que antes, pero hasta este sábado caí en la cuenta de que los sábados hago beatlemaratón, con videos y la discografía completa, ni que decir de la respectiva anécdota que conozca sobre algún detalle que salte en alguna canción. Lo beatlera no se me va a quitar nunca, hay cosas con las que uno nace y yo sin duda debí nacer con su música por dentro, porque me hace vibrar de una manera, por momentos, difícil de describir.


Como aún ando en mi etapa de despojo y ahorrando lo más que puedo. Me compré una videocámara, pero me perdí a Joaquín Sabina y Serrat, que estuvieron en Culiacán y sobre todo me perdí del reencuentro con Moy, (hace ya como 4 años que no nos vemos, feo) en realidad me hubiese gustado poder ir, más que como dice él, ese evento es casi imposible que se vuelva a repetir, en realidad aún no es nuestro tiempo (ya, la vida misma, nos podrá cara a cara de nuevo, no os preocupéis, querido). Luego, Ana dice que nunca me perdonará que no vaya con ella a ver a café tacaba que se presenta en Hermosillo el jueves. Bueno, yo le he enviado un mensaje diciéndole que con el dolor de mi corazón, pero prefiero tener los muebles para el depa a tiempo, con los dolores de su rencor puedo sobrevivir.


Ah, la semana pasada me la pasé entre gripe, fiebre y tos (aunque me fui de parranda el sábado) y aún no se me quita, ahora mismo ando un poco mareada y con un ligero dolor de cabeza (que esta vez, no es cruda) me empezó hoy un dolor fuerte en la espalda, pero nada relacionado con los huesos, más que nada es muscular. Y pues, que puedo agregar a mis achaques, si es Octubre y en este mes siempre la hipocondría me pega más fuerte. Con que no me de el virus… ese del Noséquécoco que salió en el noticiero me conformo.

Narf! Creo que es todo por hoy.

lunes, 22 de octubre de 2007

Lovely Rita

En una tarde fresca, Rita caminaba de la oficina hacia su departamento. El viento le erizaba la piel hasta encogerla de hombros. Sentimientos viejos, cómo el otoño de principios de siglo, volaban su cabello desnudándole un temor añejo. Cuando pasa eso, automáticamente cierra los ojos y se deja abrazar por los sentidos, entonces vuela sobre los árboles colgada del pico de un colibrí que le avienta sobre una nube de algodón de azúcar; la lleva lejos entre bosques, sobre montañas, hasta una ciudad monstruo. Allí empieza a vivir como dentro de un cuento ilustrado.

Pequeña silueta encarnada en colores ocres. Abre los ojos, busca algo sigilosamente. Una voz desde adentro le guía el camino. Adelante. Izquierda. Derecha. De frente. Alto. Lo sintió ahí e inmediatamente se detuvo. Susurros brincando de oído a oído le hicieron caer en vértigo. Blop. Un Olor le sacó del trance, esa leve caricia la arrastraba de nuevo hacía un lugar desconocido.

Mientras caminaba embelesada por aquel aroma, sintió que se metía dentro de su cuerpo por una fosa nasal. Un coagulo caliente salió por su nariz y, “aquello”, ya estaba totalmente dentro. Recuerdo que abrió los ojos desorbitados y mantenía la boca bien cerrada para que no fuese a escapar. Unos momentos dudó en respirar por temor a exhalarlo, pero cuando soltó el aire, una bocanada apenas visible voló de la boca dejándole un sabor a fresas con vainilla, tan dulceácido como el amor.


Y ahí fue la mujercita cazando alientos entre los jardines con flores, por las aceras con faroles, hasta en las iglesias y panteones; sin encontrar siquiera halitos de Amor y Psique. Tristecita se sentó en el parque y se quedó dormida. Cuando hubo despertado su piel aún estaba erizada, el aire seguía volándole el cabello de la espalda. Extrañada volteó hacia todos lados, pero nadie se dio cuenta de los segundos que se había quedado abstraída.

Se tocó la nuca, giró su cabeza, intentó caminar pero se mareo; se detuvo y cuando recuperó un poco de fuerza, cruzó la calle y buscó un lugar donde sentarse. Se echó sobre una banca y soltó el bolso entre sus piernas. Tardó unos segundos para atinar en llevarse la mano al pecho para palpar los latidos de su corazón, que parecía contento. Siguió el ritmo de las palpitaciones con la respiración, pocos segundos después ya estaba invadida por un estadio de júbilo que transformó toda su corporalidad, en ese preciso momento, cuando su boca se volvía sonrisa, sintió una mano que se colocó sobre la de ella. El olor estaba ahí y su corazón quería salirse por la boca. Entonces, acomodó su cabeza en el hombro dueño de aquella mano y siguió soñando.


jueves, 18 de octubre de 2007

((((apropósito del canibal))))

Kulja: Uno más.




- No era buena idea que salieras conmigo.
- …
- Sí cariño. Yo lo sé. Soy devastadoramente bella- suspiró-.
- …
- ¿Me viene bien este disfraz, verdad?
- …
- ¡A mí le gusta! Además sería divertidísimo tratar de follar con una chica atrapada en este overol blanco, con esta gorrita tan chistosa y sobre todo con estas botas de plástico-reflexiva- aunque si tuvieran plataforma y no fueran tan toscas serían totalmente eróticas-sonríe picadamente- como las de anoche ¿Te acuerdas?
- …
- Mmmh… no fue buena idea que hayas venido.
- …
- Sí, claro que me gusto estar contigo. Como crees que una mujer como yo desperdiciaría la oportunidad de tener una carne tan fresca como tú en mi cama y después…
- …
- …¿No dices nada? Dime, ¿Te dolió?
- …
- Ay! Es que soy exageradamente morbosa, me gustaría saber que es lo que piensas en este momento- voltea a ver a su interlocutor- bueno, si es que piensas. Después de un polvo como el de anoche es lógico que te quedes tan callado… vamos no estés enojadito conmigo. Sí, después de todo no fue tan mala idea que hayas venido. ¿Me queda bien este labial carmesí?
- …
- Perdona. - finge entristecerse - No quise recordártelo. - sonríe espantosamente.
- …
- Te portaste muy valiente anoche, vaya manera de sobajarme tremenda cachetada. - voltea y echa un vistazo. - Creo que siempre sí fue mala idea que vinieras. Aunque tenerte encima mío lamiendo, como niño una golosina, mis pechos… Me mojo las braguitas nada más de recordar. Y luego la manera en que entrabas y salías mientras mordías mis pezoncitos en erupción, vaya que fue rico, si hasta me estoy poniendo cachonda nada más de mirarte a los ojos. Porque eso sí, esa mirada tuya cuando…
- …
- …
- …
- Pero es que no podía ser de otra manera. No me gusta que me den una cachetada y después no sepan mantener ese nivel de poder sobre mí, quizá ese es un error que cometiste, no tener los cojones suficientes para después de que te clave las uñas en el pecho mientras me clavabas potentemente tu estaca en mi coñito, sí, cual vampireza pecadora, darme otra cachetada, ponerme en cuatro y someter mi cabeza en la almohada sin dejarme sacar y darme de nalgadas si me lo merecía. - su respiración se hace cada vez más fuerte. - Ya vez como me pones. No, ni me digas nada, ahora ya nada vale entre nosotros, no de esa manera.
- …
- Mira sí aquí tengo tu juguito. Lo guardé para recordarte todo el día de hoy, lo llevare conmigo en esté recipiente y lo beberé cada que me de sed. No sé por qué me dejaste temblorosa, no creas que ya se me pasó el ardor del dedo que me rebané con el cuchillo mientras te sacaba los ojos, pero es que esto de la transmutación me trae hecha un lío.
- …
- Lo bueno que ya te tengo bien empaquetadito y listo para llevarte a la carnicería. ¿Me veo bien con este disfraz de carnicera?
- …
- Yo se que todo me ajusta perfecto.


Y salió de un hotel de quinta, con una cajita con hielos donde conservaba los ojos castaños de Antonio. Subió a un camión para transportar reses y se marcho hacia el norte.

- ¡Ya se! Tony cariño, lo que fue extremadamente mala idea fue que estuvieras en la Rumba o –pensativa- no no no, lo mala onda fue que te enamoraras de mí o que tuvieras esos ojos tan lindos de los que me quede encantada y es que van a lucir lindos en mi colección. Ay Tony dear después de todo estarás junto mío. FOR EVER.


fragmento de Kulja.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Cosas de lobos

Hace rato, en mí mañana de revisar y leer blogs, que por cierto ya ando reconciliada con el medio, me encontré con dos cosas que quiero apuntalar: Una, el reciente post de Moise-sín, con un poema viejo y un video de youtube que no supo poner bien y sólo atinó a poner el link (se te agradece, Feo), tal video es un trailer de un documental hecho sobre Salvador Elizondo que también compartiré.

Espero que Christian cheque este post y sienta curiosidad por leer a Elizondo, qué él cómo buen obsesionado de Bataille tiene sin duda que leer. Yo por otro lado, deseo encontrar en mi camino Dr. Farabeuf, porque tengo mucho buscándole y nomás no nos han hecho coincidir. Así que ya sabes que regalarme en Navidad.

La otra cosa que quería comentar es sobre los fumadores y no fumadores, pero al ratito te cuento, porque ya es hora de ir a cocinar.

Besos


PD: Christ, Menciono a Bataille porque Elizondo tenía, a lo poco que he leído sobre él, mucha afinidad y gusto por leerle, además sé que te va a gustar, no eches en saco roto mi recomendación, busca Dr. Farabeuf , si la encuentras le sacas copias y me las guardas, voy a Hillo. Para mediados de Noviembre, problemas técnicos impiden que vaya para día de muertos. Chin, mejor te hubiese mandado un mail, pero ya estoy aquí y corta de tiempo, besos, pues.

Ruidismo: Puros lobos aulladores en este post!!

martes, 16 de octubre de 2007

sólo somos un par de osos con piel de leopardo.

EL AMOR, RODEADO CASI SIEMPRE POR UN ANTOJO...

El amor, rodeado casi siempre por un antojo
de olvido, avanza resuelto hacia las trampas
creadas para cazar osos con piel de leopardo
y serpientes con plumaje de cóndor.

Y el amor sobrevive a las heridas y ruge,
voladora, la envidia de los venenosos.

Francisco Hernández

No es que hable de nosotros, pero después de leerlo varias veces y sentirlo muy dentro de mi corazón, sé que nos describe. Para bien o para mal este amor lo siento así rodeado casi siempre por un antojo de olvido. Es el miedo, mi señor, lo que hace que en tiempos como la semana pasada, piense en olvidarlo todo y abandonarme en el vacío de ti, sólo que tus palabras llegan puntuales a mi corazón y calman esa ansiedad. Vuela entonces un suspiro que llega hasta mi oído y el aire que lo trae se trasforma en un abrazo cálido que me hace entregarme de nuevo en los brazos de la esperanza, esperanza de ti de mi, de nosotros… quizá, quizá, quizá.

Me emocionó demasiado leer a la gato y me contagié de Francisco Hernández, Entonces rápidamente me acordé que me estoy enamorando.

Snif!! Así o más Loba! Como diría Moisés.



Ruidismo: "¡Ay, me siento una melcocha!"

lunes, 15 de octubre de 2007

Yo y mis reumas blogueriles

He andado asqueada de la blogósfera, esto no es reciente, es más bien una de mis reumas blogueriles, sólo que estás no se calman ni con árnica, ni con mois (peor tantito), en resumidas cuentas un fastidio.Sigo leyendo blogs de vez en cuando, los que siempre acostumbro a visitar, aunque no siempre les dejo comentario. Y en mi afán por encontrar blogs interesantes y que no caigan en la pretensiosa dinámica culturosa e intelectualoide, me topo con bodrios, unos demasiado rebuscados y otros por demás ordinarios, total qué, como diría mi abuela: “¡Nada te complace!” Pero en realidad no es así, también he descubierto varios interesantes, de personas que se reflejan en lo que escriben y con estilo que se antoja leer hasta la anécdota más burda. Esta sensación de inconformidad o mamones blogueril, me recuerda a las tardes de café de años atrás. En tres años hube cambiado de café 4 veces. El primero era un changarrito que quedaba a un lado del colegio donde cursé la preparatoria. Cuando salía de clases, me instalaba en una mesa, desayunaba, leía el periódico, dibujaba. Se respiraba suave el fresco de la mañana en esa parte de la ciudad y en aquella mesa disfrutaba de la tranquilidad de observar una ciudad que me era enamoraba y a la cual quería mostrarme indiferente. Terminé por largarme de ahí, los chilaquiles verdes ya no eran lo que solían ser y el café de talega se volvió instantáneo, ni que decir del periódico que para la hora de salida de mis dos clases matutinas, ya estaba demasiado hojeado y ojeado. Entonces, me mudé a enfrente. Ya dentro de la plazuela encontré lugar en un café Express para oficinistas bohemios y snobs, pinta de café parisino y un guitarrero que decía ser trovador atraía a las personas. Justo donde se acababan las filas de mesas se encontraba, bueno, aún está ahí; un rinconcito plazuelero donde me encantaba ir a leer y del cual conservo montones de encuentros románticos de adolescencia, mismos que se vieron truncados por la apertura de dicho local, al principio seguía yendo a leer, pero después opté por mudarme a una mesa ya que dicho lugar también fue invadido por chavitos que patinaban y me era más molesto soportarles a ellos que las melodías y susurros del cafecito. Al principio el Express se llenaba con oficinistas y estudiantes de las escuelas cercanas, pero al cabo de un tiempo se empezó a llenar de “freaks” que estudiaban en la escuela de artes plásticas, algunos poetas frustrados, hippies nostálgicos, hasta los “punks” nos echábamos un cafecito ahí, pero los oficinistas y estudiantes no se iban. Entonces era común escuchar a lo lejos recitar un poema chorreado y cursi, en medio de carcajadas pubertas y demás mescolanzas. También al poco tiempo dejé de frecuentarlo, la excusa perfecta, el café se volvió malísimo, sabía a agua de calcetín sucio. Luego, la tienda de artesanías donde “trabajaba” se mudó a enfrente del santuario y ahí enfrente de la plazuela Rosales, abrieron un cafecito rico, muy chiquito, pero cómodo; con buen menú y unas tisanas riquísimas, yo no podía pedirle más a la vida que disfrutar del “Azul Café”, el gusto me duró poco porque en esas fechas empezaba mis ensayos con el TLAUAS y realmente me quedaba muy poco tiempo. A una cuadra del Azul café estaba el café Riquel, creo que aún está ahí, pero en aquella epoca tenía fama de un excelente café veracruzano, instalaciones acogedoras y de pronto si iban trovadores chilos, empecé yendo con los compañeros del grupo y amigos que conservaba después de la emancipación punk. Huy, era riquísimo ir por las tardes noches saliendo de ensayo ir a echarnos un cafecito (aparte estaba barato y podías tomar todo el que quisieras), se podía ir a platicar, leer, jugar scrabble o ajedrez, que era lo que más se jugaba; y pasarla muy bien. Así nos hicimos clientes, casi siempre íbamos las mismas personas, cada quien en su mesa y en su propio cotorreo hasta que pasó lo que tenía que pasar, se empezó a poner de moda y valió madre, cambiaron la música, luego la tranquilidad que se sentía ya se había perdido y lo peor, el café ya no era lo que solía ser, snif! Así que partimos hacia rumbos desconocidos, nos fuimos a meter a un restaurante-café-bar-tertulia que vendía un café tan delicioso, ni se diga del lugar, que era muy hermoso y chic. Al principio nos hacían cara de fuchi, porque acostumbrábamos a irnos con ropa de trabajo y nuestra pinta, la de Ana y mía, era demasiado informal. Casi nunca peinábamos nuestros cabellos y andábamos cargadas de triques que más que estudiantes de teatro parecíamos ropavejeras y las primeras veces los meseros nos veían con cara de: “Estas no traen para pagar la cuenta”, pero luego de varias visitas y buenas propinas hasta nos abrían la puerta y nos encendían los cigarrillos de vez en vez, si bien dicen que con dinero baila el perro. Bueno, al paso de unos meses nos sentíamos de la casa. Varios grupos de personas que acostumbraban a ir a los cafés que anteriormente platiqué, también terminaron por quedarse instalados ahí en el Bistro Miró, casualmente eran unos chavos a los que cotorramente llamábamos “Compañeros poetas” pero en tono de burla y sátira a playa girón de Silvio, ellos como nosotros, anduvieron recorriendo todos los cafés de Culiacán y siempre coincidíamos, hasta en lugares insospechables, parecía que estábamos unidos por una línea invisible. En aquel entonces, de nuestro cambio del Café Riquel al Bistro Miró, yo ya tenía este blog, pero poco escribía de la rutina. Checando el archivo veo que tengo algunos post donde publiqué algunas fotografías de aquel lugar. Pero, ¿Qué al caso esos recuerdos con mis reumas blogueriles? Pues que es la misma mierda la convivencia en cafetería que en la blogósfera, siempre terminamos encontrándonos con cosas que no son de nuestro total agrado, pero no hay más que dejarlas pasar y prestar atención a las que si consideramos importantes y sobre todo no amargarse por la estupidez mundial. Válgame Dios, pues.

domingo, 14 de octubre de 2007

Sueños y demás...

Estoy pensando seriamente en hacer un diario de sueños. Es muy raro que muy seguido esté soñando con víboras y culebras de todo tipo, me hacen sentir demasiado pánico y no logro descansar. Hace días que no soñaba eso, pero anoche fue horrible. Me acuerdo que estaba en la grabación de un largo, yo estaba en la dirección artística (jajajaja) y de entre la escenografía y utilería salían montones de víboras que me perseguían, por supuesto que yo salía corriendo, pero había alguien que me protegía de ellas matándolas con una jeringa. No recuerdo quien era mi ángel guardián, pero era un hombre.

Si las víboras andan leyéndome, por favor cómprense una vida y déjenme soñar con cosas lindas. Por ejemplo: que mi señor me toma entre sus brazos, me acaricia y todo lo demás también.

Aunque sería mejor encaminarme hacia el sueño lucido, me lo pensaré.



Besitos

martes, 2 de octubre de 2007

Veloz reseña de mi ida a Hermosillo.

La semana pasada me fui a Hermosillo a hacer unos trámites y a ver a mis amigos. Me he dado cuenta de que a este blog las noticias llegan con una semana de retraso, ustedes no?

Me fui el martes pasado por la tarde. ¿El viaje? Inmejorable. La comodidad de un TUFESA, un buen libro, Luna llena en el desierto y una llamada que me saco del autobús y me llevó a una estrella para contemplar mejor el desierto en lunado, cosas de lobos, pues. Así llegué a Hermosillo, con el corazón que se me salía por la boca, los ojos, los oídos, la nariz, como si fuese un guiñol desmembrado de felicidad.

El calendario andaba de maratón, los días empezaban presurosos de terminar y así uno a uno, en esa carrera de relevos, terminaron una semana y heme aquí de regreso en casa. No menos feliz, pero con nostalgia. Y, es que Hermosillo y yo tenemos una vida pendiente de vivirla, me lo ha dicho al oído ahora que he caminado sus calles y que su sol a quemado mi piel blanca, al grado de dejarla ardida y colorada. Pero, ya viene Enero y con él la nueva vida, que empezó hace unos días.


“Esta Loba anda que aúlla”, diría Moisés.