jueves, 24 de abril de 2008

(esto puede ser tomado como una guía para trolearme, pero en realidad es todo lo contrario)

Ya son casi cuatro años de ser blogger, he tenido varios blogs por los que paseé mi archivo, lo hube fragmentado, le cambié el nombre un millón de veces y hasta la dirección fue cambiada con animo de, a ver si así, dejaban de visitarme -y no es que este mi blog o el pasado sea, ni haya sido popular, ni mucho menos-, no me refiero a los que amablemente me han seguido hasta aquí, sino a todos esos lectores tediosos que se empeñan en seguirme, haciendo comentarios desagradables, que no tienen ni una puta idea de lo que estoy queriendo decir en el post y, sin embargo, ahí están de castrozos con sus risitas tontas y sus buenos deseos de mierda... pura pinche hipocresía. Como ves, soy más fácil de trolear que el decompuesto, pero una vez que se meten con mi madre y el resto de mi familia, la tolerancia se va por el caño.

Lo bueno es que este blog se ha visto mucho más limpio de basura que todos los anteriores. Aquí, aunque pocos comentarios, la mayoría son de contenido satisfactorio para mi. No pienso profundizar en la acción estúpida en la que se vio envuelto este blog, unos días atrás, cuando un tal "Sherman el kritiko" anduvo de ternuritas por este y otro montón de blogs. Por lo menos de mi parte siempre fue ignorado y me daba igual si dejaba más de 100 o 50 comentarios basura, pero me he dado cuenta de que su estupidez no tiene limite y es justo y necesario ponerle un punto final; así que ya tengo activada la moderación de comentarios -aste dispense-.

No me tomes a mal lo que he venido diciendo sobre las visitas no deseadas, no tengo nada contra los lectores furtivos y anónimos, incluso ellos son mis lectores favoritos. Tampoco me molesta que vengas a leerme, al fin de cuentas, esto es de dominio público y si quisiera tener visitas personalizadas, pues las tuviera, pero ese no es el punto, si no tienes ni puta idea de lo que estoy hablando por favor no me hagas ningún comentario, retírate o vuelve si quieres, pero con absoluta discreción. Confió en la inteligencia de quienes se saben no deseados y en su prudencia al mantenerse al margen.


Por otra parte también he conocido a gente valiosa por este medio. Unos van, otros vuelven; algunos se quedaron y otros se fueron sin decir adios, pero lo bueno es lo que sumé en su momento. Todavía leo algunos blogs que leía cuando empecé en este rollo, y la sensación de conocer a esos bloggers mediante lo que escriben, aún me causa ruido, pero ya casi lo asimilo. Irremediablemente, al rededor de cada cuatro o cinco meses, la lista de blogs que leo se ve reducida a menos de la mitad, para agregar otros tantos que apenas empiezo a explorar. En esas renovaciones muchos se quedaron y otros volvieron después de ser eliminados.

Así como lo hago afuera del monitor, de aquí también me desaparezco. Hay días en los que no me apetece leer a nadie, ni a mis favoritos, pero luego voy y me pongo al día como fiel lectora, ya saben quienes son mis favoritos aunque no les deje mensajitos ya saben que los leo. No soy muy dada a dejar comentarios, salvo cuando tengo algo que decir o cuando quiero que el dueño se de cuenta de que anduve leyendo. Muchas veces he hecho lo que me hacen a mi y que tanto me emputa, pero no más por no quedarme con la mía, manías de niña mimada, cualquier cosa.

Esta un poco de más decir que el amor también se encuentra en un blog. Una manera rara de manifestarse, más no inverosímil. Yo misma lo he experimentado y si me estás leyendo, corazón: sigo esperándote. No reparo en ningún momento en mostrarme tal cual soy, con mis debilidades por delante, y el hacer este post me ha servido para liberar mucha energía contenida, porque muchos-se que muchos- escribimos no para hacer notar nuestra voz en la sociedad, ni para aglomerar comentarios, sino para desfogar pasiones contenidas y así encontrarnos en nuestras palabras, como mero acto de auto-conocimiento. Ya lo de más es lo de menos y quizá en lo "más" te tengo a ti, pero sé que no te vas a agüitar, verdad?

Yo y mis castigos divinos... (es el karma)

¿Qué cosas, no? Mientras que ayer me la pasé, así como dice Jairs: "entre el bien y el mal" ignorando que era 23 de abril y que es una fecha demasiado importante para mi.

Hoy me he dado cuenta, que por primera vez en 7 años hay otra persona con la que me gustaría llevarle flores al niño muerto. Después de 5 años, hay otra persona con la que me gustaría ir al jardín botanico-y es la misma-. Ya hace casi 3 años que estoy acá en Sonora y los dos primeros, estuve llena de nostalgias en días 23 de abril. Este año no quise saber nada, no quise leer el poema, ni hacer llamadas por teléfono, aunque no podrían entender pues para todo mundo el 23 de abril es un día como cualquier otro.

Pero el ser indiferente tiene su precio, para un méndigo año en el que pienso en otro rostro, recuerdo otra voz y deseo otros brazos, y yo con mis indiferencias. Hoy amanecí con la boca inchada, osea...un morro, que te cagas!!! Como si no tuviera suficiente con la gripe.

Me levanté, fui al baño, me vi en el espejo al tiempo que tomaba el cepillo con pasta dental y se me cayó en el lavabo de la impresión, ahí terminé de despertar. Luego supe que no podría ser otra cosa que castigo divino, ya que esta de moda y en oferta.

Para limpiar mi karma voy a poner el poema completo.


A la izquierda del roble



No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
en el que uno puede sentirse árbol o prójimo
siempre y cuando se cumpla un requisito previo.
Que la ciudad exista tranquilamente lejos.

El secreto es apoyarse digamos en un tronco
y oír a través del aire que admite ruidos muertos
cómo en Millán y Reyes galopan los tranvías.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico siempre ha tenido
una agradable propensión a los sueños
a que los insectos suban por las piernas
y la melancolía baje por los brazos
hasta que uno cierra los puños y la atrapa.

Después de todo el secreto es mirar hacia arriba
y ver cómo las nubes se disputan las copas
y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
ah pero las parejas que huyen al Botánico
ya desciendan de un taxi o bajen de una nube
hablan por lo común de temas importantes
y se miran fan ticamente a los ojos
como si el amor fuera un brevísimo túnel
y ellos se contemplaran por dentro de ese amor.

Aquellos dos por ejemplo a la izquierda del roble
(también podría llamarlo almendro o araucaria
gracias a mis lagunas sobre Pan y Linneo)
hablan y por lo visto las palabras
se quedan conmovidas a mirarlos
ya que a mí no me llegan ni siquiera los ecos.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero es lindísimo imaginar qué dicen
sobre todo si él muerde una ramita
y ella deja un zapato sobre el césped
sobre todo si él tiene los huesos tristes
y ella quiere sonreír pero no puede.

Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico

ayer llegó el otoño
el sol de otoño
y me sentí feliz
como hace mucho
qué linda estás
te quiero
en mi sueño
de noche
se escuchan las bocinas
el viento sobre el mar
y sin embargo aquello
también es el silencio
mírame así
te quiero
yo trabajo con ganas
hago números
fichas
discuto con cretinos
me distraigo y blasfemo
dame tu mano
ahora
ya lo sabés
te quiero
pienso a veces en Dios
bueno no tantas veces
no me gusta robar
su tiempo
y además está lejos
vos estás a mi lado
ahora mismo estoy triste
estoy triste y te quiero
ya pasarán las horas
la calle como un río
los árboles que ayudan
el cielo
los amigos
y qué suerte
te quiero
hace mucho era niño
hace mucho y qué importa
el azar era simple
como entrar en tus ojos
dejame entrar
te quiero
menos mal que te quiero.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero puedo ocurrir que de pronto uno advierta
que en realidad se trata de algo más desolado
uno de esos amores de tántalo y azar
que Dios no admite porque tiene celos.

Fíjense que él acusa con ternura
y ella se apoya contra la corteza
fíjense que él va tildando recuerdos
y ella se consterna misteriosamente.

Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico

vos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
sólo de a ratos parecía
que iba a vivir
que iba a vencernos
pero los dos fuimos tan fuertes
que lo dejamos sin su sangre
sin su futuro
sin su cielo
un niño muerto
sólo eso
maravilloso y condenado
quizá tuviera una sonrisa
como la tuya
dulce y honda
quizá tuviera un alma triste
como mi alma
poca cosa
quizá aprendiera con el tiempo
a desplegarse
a usar el mundo
pero los niños que así vienen
muertos de amor
muertos de miedo
tienen tan grande el corazón
que se destruyen sin saberlo
vos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
y qué verdad dura y sin sombra
qué verdad fácil y qué pena
yo imaginaba que era un niño
y era tan sólo un niño muerto
ahora qué queda
sólo queda
medir la fe y que recordemos
lo que pudimos haber sido
para él
que no pudo ser nuestro
qué más
acaso cuando llegue
un veintitrés de abril y abismo
vos donde estés
llevale flores
que yo también iré contigo.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
que sólo despierta con la lluvia.

Ahora la última nube a resuelto quedarse
y nos está mojando como alegres mendigos.

El secreto está en correr con precauciones
a fin de no matar ningún escarabajo
y no pisar los hongos que aprovechan
para nadar desesperadamente.

Sin prevenciones me doy vuelta y siguen
aquellos dos a la izquierda del roble
eternos y escondidos en la lluvia
diciéndose quién sabe qué silencios.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
aquí se quedan sólo los fantasmas.

Ustedes pueden irse.
Yo me quedo.

Eso me pasa por tontear en días sagrados. Snif!!

miércoles, 23 de abril de 2008

a propósito de la gripe...


Nuevamente he sido atacada por los dioses. Hubiese preferido quedarme metida en la cama tomando un té con algún antihistamínico, pero no... he tenido que salir rumbo al banco para pedir un comprobante de deposito. Al llegar al banco tomo mi número y largo hacía una silla, aún traía el cuerpo cortado, no sé como me sostenía en pie. Seguro traía el rostro desfigurado por la mala noche que pasé. Después de conseguir lo que buscaba salgo rumbo al trabajo para mandar un fax y unos documentos para luego ir a comer.

Aunque todavía era temprano para la comida, quise ir directo para el restaurante y aprovechar para leer antes de la comida. Al llegar al lugar aparto la mesa de siempre y me voy directo al baño. El espejo me regresaba una imagen no muy agradable, me recogí el cabello y arreglé mi maquillaje, entonces salí, un poco más segura de mi misma, y pedí café. Me ubique en el área de fumadores como siempre, sólo que ya era un local libre de humo y por lo tanto no podía sacar los cigarros, suspiré con alivio pues la gripe horrible que me cargaba no me iba a permitir fumar a gusto.

Estaba esperando a la secretaria de mi dentista. Una chica alta, delgada, morena y que siempre vestía muy elegante, la hacía parecer toda una ejecutiva más que asistente de dentista. Llegó puntual, me saludó de beso en la mejilla y se ubicó frente a mi. Preguntó por que había tardado tanto en regresar al consultorio donde trabajaba y bromeé diciendo que no recordaba que ella estaba ahí, tonteando de esa manera no hice más que sonrojarla y sentir que había quedado como una tonta con semejante coqueteo, así que la invité a pedir la comida para distraer el morreo fallido, le recomendé un par de platillos y ordenamos. Parecía que no le incomodaba del todo aquel juego tonto de seducción en el que me tenía atrapada y eso me hizo volver a relajar el cuerpo.

Me gustaba, claro, por algo la había invitado a comer, aunque sin mayor pretensiones que encontrar una buena amiga tras aquella voz que me concertaba las citas con el verdugo de mi boca. Traté de sostener la sonrisa y disimular la gripe, pero no tardé mucho en ser descubierta, tuve que ir al baño tras una leve asfixia producto de las flemas, después de unos minutos regresé e inmediatamente preguntó si me encontraba bien a lo que respondí afirmativamente, sólo que si estuviera metidita en la cama, descansando, estuviera mucho mejor, pero no podía decirle que prefería estar en casa a estar con ella, primeramente porque era mentira y segundamente porque lo podía tomar como insinuación y ya había tenido suficiente con tanto lío. La gripe, definitivamente me aploma demasiado.

Al fondo del restaurante, justo frente a mi estaba un hombre que jugueteaba con un encendedor y en la boca tenía colocado un cigarrillo oscuro. Moría de curiosidad por saber que marca de cigarrillos era, tanto me inquietaba la duda que distraje mucho la platica de La chica por mirar hacia aquella mesa. El hombre era alto y rubio, tenía pinta de americano. Lo observé cuando se levantó hacía el baño con el cigarrillo y el encendedor. Llevaba puestos unos jeans gastados, huaraches y una polera con un estampado que no alcancé a distinguir; era atractivo y a pesar de su aspecto desenfadado, me llamó bastante la atención una vez que lo hube visto de piel, era realmente alto.

La chica, como que estaba molesta por no ser el centro de atención y aunque su orgullo le impedía voltear a ver que era lo que me distraía hacia un esfuerzo por recuperar mis miradas. Volví a prestarle atención y a dirigirme a ella con la disimulada picardía de siempre; después de comer, pidió un postre y yo un té de manzanilla, seguimos platicando por un rato hasta que se llegó el momento de irnos, yo tenía que regresar al trabajo a dejar un listado de productos y ella al consultorio, así que, luego de lavar mis dientes en el baño y darme otra retocadita, salimos a pagar la cuenta, le pedí que fuera saliendo hacia el estacionamiento mientras pagaba. Saqué la tarjeta y al estar esperando para firmar, sentí una mirada que me pesaba pero no volteé. Guardé mi cartera y al voltear vi que era El hombre quien me miraba, que, cigarrillos en mano, caminaba hacía pagar la cuenta. Me detuve sin pensar a observar como se aproximaba y me percaté de que la polera tenía el logo de THE CLASH, sonreí sin poder ocultarlo y cuando estuvo cerca le pedí que me regalara un cigarrillo, explicitando que conocía a pocos hombres que fumaran black stones, con una sonrisa igual de explicita sacó de su mochila una caja y me la ofreció. Creo que he nacido coqueta, la tomé y le agradecí con un beso en la mejilla y salí sin más.

La chica me esperaba en la puerta del restaurante, había observado todo y tenía una cara larga, motivo que me animó a sacar el encendedor, abrir la cajetilla y encender uno mientras nos encaminábamos al coche. Cuando me vio fumando a placer, muy a pesar de la gripe, sólo dijo: "Por eso no consigues tener una sonrisa perfecta, porque fumas mucho y eso a la larga lacra los dientes", juro que sentí miedo, mucho miedo, cuando escuché aquellas palabras.

martes, 22 de abril de 2008

otro sueño chamanico!!


(que meeeyoooo)

El domingo me desperté casi a medio día, después de haberme acostado a las 4:30 de la mañana. Había tenido una muy buena noche, llegué a casa satisfecha y sintiéndome muy mujer, es por ello que me cuesta trabajo significar el viaje onírico que tuve.


Todo el sueño se dividió en tres partes. En la primera parte, yo estaba de visita en la construcción de la casa de Andy y psycho niry. Una construcción amplia, con un diseño moderno, muy bonito, pero con muchas cosas por hacer. Veía a mis amigos y a su hija. En la lógica del sueño habían pasado varios años, pero Dhanna -la niña- tenía un año, siendo que ahora mismo está por cumplir 2. No tengo recuerdos más claros de esa parte mas los que ya conté y el desenlacé de esa primera sesión. Resulta que algo me cayó encima y me golpeó, luego al incorporarme y verificar que no tenía nada, los rasguños y heridas leves desaparecieron, ahí me desperté, y luego volví a dormir.

Lo segundo estuvo hardcore y es la parte que recuerdo clarita en su mayoría. Estaba en el mismo escenario que antes, y el sueño siguió justo donde lo había dejado, como si le hubiera puesto pause para despertar, tomar una nueva posición para dormir, acurrucarme y volver a sumergirme en aquella realidad. Ya no tenía heridas visibles pero al agacharme a sacudirme las piernas, sentí como el cerebro se me salía por un orificio en la parte alta de mi cabeza, rápidamente con mi mano derecha lo tomé y lo volví a meter por donde mismo que había salido, un hueco que no se veía a simple vista. Una vez que me acomodé los sesos en su lugar aparecí en el baño de mi casa, viéndome en el espejo del lavabo. Al hacerme el cabello a un lado pude observar la perforación y como se veía una masa llena de sanguaza. Un espanto se apoderó de mi y sin dar mucho crédito a lo que estaba sucediendo salí a pedirle a mi tío Brigido, que se encontraba en la sala, que me llevara al hospital. Momentos después de explicarle lo que me pasaba nos subimos a la camioneta y la siguiente imagen clara es cuando mi tío me dejó en la puerta de la casa de la negra -que no es su casa actual, sino en aquella lógica se suponía que ahí vivía- entonces, le empecé a gritar que saliera y que me llevara al hospital e inmediatamente salió con las llaves del coche para llevarme cuando fue abordada por su ex que le estaba reclamando cosas pero en mi desesperación los separé diciéndoles que si querían siguieran discutiendo en el coche camino al hospital porque en cualquier momento podía morir. Entonces nos subimos al auto y salimos directo para el hospital, claro que el ex de la negra siguió discutiendo como si nada ocurriera, parecía que solamente la negrita se preocupaba por mi. Rápidamente llegamos a la clínica y al entrar expliqué lo sucedido a unas enfermeras que sin mayor preocupación y asombro me dijeron que me tenían que rapar para poder curarme. Ha pero para esto al ir en el carro me descubrí un segundo agujero de la parte contraria del primero y obviamente al llegar con las enfermeras iba tomando mi cabeza con las dos manos.

Se suponía que después de raparme tenían que dormirme para poder curar mis heridas -que en ningún momento me dolían, más bien lo que sentía era mucha angustia, pensaba que podía quedar como vegetal, babeando en una silla, cómo en la escafandra y la mariposa, jajajajaja. Aunque lo que prevalecía era la confusión de no entender porque no había muerto si el cerebro ya se me había salido- así que en cuanto metieron la maquinita corta cabello en mi cabeza, caí profundamente dormida y desperté en mi cama, en la vida real(¿?), agarrándome la cabeza con las dos manos, cerciorándome de que todo aquello había sido sólo un sueño.


Pero eso no acababa ahí, luego de ver que ya había amanecido, que había sido un sueño y no sólo eso, sino que eran las 9 am. y al caer en cuenta de que era domingo y no tenía nada por hacer, decidí volver a dormir. Y ¿Qué crees? Pues que vuelvo al sueño, al mismo jodido sueño, sólo que tiempo después. Lo más extraño de todo es que estaba haciendo mi vida normal, recuerdo mucha gente a mi alrededor que actualmente no conozco y todos reíamos y lo pasábamos de maravilla, en eso caí en la cuenta de que estaba soñando y que eso que estaba viviendo era el futuro de aquella experiencia con el cerebro fugitivo y luego luego me busqué en la cabeza y sí, encontré las cicatrices de aquellas heridas y sentí una presión en el pecho que casi me hacía llorar, no era incomodo, más bien era una sensación chingona, un bienestar absoluto, como si me hubiese encontrado en el paraíso, sin preocupaciones y viviendo, como dicen luego, FELIZ.


Al modo mío, cuando me levanté de la cama corrí a contarle lo que había soñado a la primera persona que se me cruzara y así lo hice, a todos los que vi el domingo les conté y todos se reían de las locuras que sueño, como si fuera algo inverosímil.

miércoles, 16 de abril de 2008

Glup no was his name


Hubo una vez un hombre que no podía regresar a casa. Había una vez un hombre que no sabía como hacerlo. Caminaba por las calles esperando encontrar algo que le hiciera recordar el camino de regreso, pero cada vez se sentía más perdido. No había perdido la memoria sólo no reconocía nada de este mundo. Sintiéndose ajeno a todo lo que lo rodeaba, un dolor en el pecho lo hizo doblarse hasta sentarse en el suelo. Se oprimía con las dos manos el cuerpo, pero en vez de calmar el sufrimiento empezó a llorar.

Sollozaba tirado en la banqueta cuando, a lo lejos, escuchó una melodía que le arrullaba el alma haciendo que poco a poco fuera calmando el llanto. No fue capaz de moverse, se quedó con los ojos cerrados, en posición fetal, expectante, y en medida que la música se escuchaba más fuerte se dio cuenta de que algo grande estaba pasando.

Abrió los ojos y vio una caravana de músicos desfilando tras un coro de señoritas dirigidas por una anciana. La mujercita de la batuta le habló por su nombre y se reconoció en la voz de la dama más que en las letras que le nombraban. De un salto se incorporó y corrió siguiendo el rumbo de la marcha hasta unirse a ellos. La angustia desapareció y sonriente se descubrió cantando la letra de aquella melodía: "Quando para mucho mi amore de felice corazón" . Le parecía maravillosa, el regocijo no le cabía en el pecho.

Caminaron así varias cuadras hasta llegar a un auditorio, la alegría de sentir que pertenecía a ese sitio no lo dejó darse cuenta que todos se marcharon mientras él recorría el espacio. Como el sol estaba cayendo pensó que quizá aquel era su hogar por el bienestar que le hacía sentir estar ahí, así que se acomodó en un rincón y durmió.

A la mañana siguiente se despertó con el murmullo de unas risitas que provenían de la entrada del local. Eran las chicas del coro que al ver que había pasado la noche allí se reían burlonamente. El hombrecito era tan inocente que no se dio cuenta de la mofa. Unos momentos después llegó la directora con batuta en mano, ordenando a todos los músicos y señoritas tomar sus lugares. Aquel despistado, pensó que le hablaban a él también y se acomodó atrás de los músicos. La melodía empezó y al punto cantó como si el mismo hubiese compuesto aquellas notas:

" Quando para mucho mi amore de felice corazón

Mundo paparazzi mi amore chicka ferdy parasol

Presto OBRIGADO tanta mucho cake and eat it carousel"

(Lennon/McCartney)

Para cuando terminó la canción todos lo observaban boquiabiertos, haciéndose quién sabe cuantas preguntas. La anciana le grito llamándole a que se acercara. Nadie sabía que hacía ese hombre ahí, nunca le habían mirado, ni siquiera se podían explicar como era que ejecutaba a la perfección una canción que a todos los presentes les había costado días de ensayo.

-Glup, ¿Eres tú?-Le grito la mujer, y él muy gustoso salto hacía el frente, pero una vez que la anciana se colocó los lentes y lo tuvo frente a ella, respondió para ella misma su pregunta-No, no eres Glup, ¿Quién eres y de donde vienes?

Aquel no era su nombre, nadie de los presentes le conocía, de pronto el auditorio no le pareció tan maravilloso, ni las chicas le sonreían. No supo responder a aquellas preguntas, el sentido de pertenencia hacia aquel lugar se extinguió y cabizbajo se encaminó hacia la puerta. Una chica le grito: -Glupie, canta una vez más para nosotros. Los músicos empezaron a tocar, pero él ya no recordaba la letra y llorando como niño corrió hacia la calle.

martes, 15 de abril de 2008

The Man Who 100% Mazatlán

Dentro de mis gustos musicales, hay discos que deberían estar guardados en una caja fuerte con una etiqueta afuera que dijera: "Abrase sólo en julio" y en octubre sólo en caso de emergencia. Uno de ellos es el THE MAN WHO de TRAVIS. A mi que me gusta la chingadera, ahí voy como cochi a la mierda a escucharlo. Si apenas es abril y ni siquiera 23... apenas 15, snif, snif, snif...
Y es que desde hace días me despierto sintiendo la brisa salada de Mazatlán, con el calor pegajoso de julio desde los hombros hasta las manos, ya después de bañarme y salir al jardín a sentir el sol y ver a mis plantitas, no me puedo quitar la imagen de aquellas mañanas caminando por el malecón, yo solita y mi disco de travis. snif! Será que el clima cada vez está más loco, porque a pesar del fresco de las mañanas de primavera al salir a recibir el sol ya no es muy cómodo, hoy me quedé con la cara ardiendo porque no me puse bloqueador para salir... bueno, el punto es que estas mañanas de primavera se parecen a las mañanas de verano en Mazatlán.

Travis es 100% Mazatlán para mi. En varias ocasiones me acompañaron todo el día. En mis caminatas por el centro histórico, por el malecón, Olas Altas, hasta la zona dorada que no es muy de mi agrado, pero bueno, las amigas al fin de cuentas siempre me convencían. Pero en especial recuerdo las veces que me quedé esperando a Moisés en la machado, con travis acompañándome. Los montones de cigarros que me debí fumar, ya no me acuerdo con que frecuencia los encendía, pero seguro que era uno tras otro. Nunca me ha gustado estar en un lugar esperando, menos a ese cabrón que siempre me la hacía. Una vez estuve una hora sentada afuera de la catedral de Mazatlán esperando, pero no recuerdo a quien esperaba, sólo recuerdo que era medio día y me dí una ardida en la cara...que me dejó un bronceado espantoso.


Es bien loco porque en verano disfruto mucho de travis, de todos sus discos, pero este en especial me pone de un buen humor, que para que te cuento otra vez, si ya lo conté en otro blog. Cuando es octubre me pone triste, pero de esas tristezas que se disfrutan, que lejos de ponerme mal, me dan para arriba cuando se acaba el tracklist. No es muy recomendable escucharlo el resto del año porque me pone muy inquieta, me saca melancolías incomodas y se me oprime la boca del estómago, entonces el calor que tanto disfruto en mi cuerpo, empieza a sofocarme y a parecerme un martirio, después me dan ganas de llorar y ya ves que soy bien marica. snif!

Lovely Rita

Al fondo de una habitación oscura y semivacía esta Rita metida en un sillón. Al centro del piso un proyector de video hace correr una película de imágenes que retratan a Rita en posiciones eróticas con hombres, mujeres... quimeras. Observa perpleja la pantalla que se alza en una pared, busca su rostro tratando de reconocerlo, pero ni en un gesto se asoma lo que realmente siente que es. La confusión no le deja excitarse, esta sumergida en un mareo que la abstrae totalmente. ¿Como es posible que esta mujercita que está gozando sin medida sea la misma que se encuentra sigilosamente expectante, desconcertada y hasta con un poco de asco?

En una esquina del techo hay un tragaluz que inclina un cenital iluminando una de las baldosas del piso, del lado opuesto Rita enciende un cigarro, se recarga en el sillón y levanta la mirada hacia la luz. Sin hacer caso a los gemidos que provienen de la cinta sigue exhalando bocanadas de humo que al pasar por el chorro de luz se revelan en microorganismos voladores, le gusta observar ese movimiento, esa mutación al contacto con la luz. Se siente afligida, suspira, trata de encontrar una posición más cómoda para meter una mano en su entrepierna, es el olor del cuarto que la está excitando.


Eran días de julio cuando le conoció. Alto, Blanco, cabello negro y barba cerrada; muy formal desde la ropa hasta la sonrisa. Rita, alta, castaña y de ojos tristes. Caminaba por el centro de la ciudad cuando se cruzó en su camino. Después de estar uno al lado del otro unos minutos (ambos esperaban a terceras personas) Él le invitó una cerveza en el bar de la esquina y ella aceptó sin mucho interés. Creo que ella se enamoró desde ese día, cuando le abría la puerta del bar y el olor de su perfume le quito la indiferencia e hizo que volteara a buscar algo más que una mirada tras los lentes que él llevaba puestos. Después de todo para enamorarse sólo hace falta una mirada agradable, buen olor, una charla exquisita, buena música y encontrar nuestra felicidad en la sonrisa del otro, no exactamente en ese orden.


No era sólo el perfume lo que la tenía embrujada sino su conversación, su sensibilidad al expresarse, su manera de mover los labios, la forma en la que la tomaba por la cintura y le mordía el lóbulo de la oreja. Había caído en una trampa de seducción perfectamente ejecutada. Al salir del local, la subió a su coche, la llevó a su departamento, le quito la ropa, la metió en su cama y la penetró. Esa vez la hizo reír toda la noche y el deseo de hacerla sonreír por siempre lo paralizó.

Pasaron los días y aquello se alejaba de ser sólo un embrujo de amor, pues las llamadas telefónicas, los e-mails y algunas tardes paseaban juntos, que casi siempre terminaban en la cama de Él, la tenían totalmente cambiada. Todo aquello había traído, a Rita, de vuelta a la tierra, ya no se acordaba de sus amantes y cuando estos la buscaban tenía las palabras exactas para mandarlos al demonio sin que se ofendieran y desearan no volver a verla. Se sentía en un sueño del que no tardó en despertar. Un día él no contestó sus llamadas, ni le volvió a marcar, en su bandeja de entrada no había más correos melosos.

Por las tardes caminaba aparentemente sin rumbo pero siempre terminaba sentada en la banqueta frente a su departamento, con la mirada perdida en la puerta principal, como esperando a que entrara, pero nunca aparecía. Una de esas tardes por fin apareció, estaba impecable como aquel día que se cruzó en su camino. Después de un rato salió con unas maletas y las subió a un coche que no era el suyo, en ese momento llegó un camión de mudanza y empezaron a subir los muebles que acondicionaban aquel lugar que alguna vez sintió como su casa. Al verlo marcharse con todas sus cosas, sintió un vacío en la boca del estómago.


Pasaron meses después de la última vez que hicieron el amor. No había tenido a otra persona que no fuera Él entre sus piernas, pero tenía la necesidad de sentirse empalada, aunque sea para olvidar el tacto de sus manos y que el sudor de otro borrara el aroma que aquel le había inyectado. No fue suficiente un cuerpo aparte del de ella para hacerla olvidar y poco a poco se vio involucrada en una orgía de emociones que la hicieron volver al departamento donde él la había hecho reír tantas veces. Estaba parada en el mismo lugar, cuando lo vio marcharse con todas sus cosas. Buscó en su bolso y sacó una copia de las llaves, cruzó la avenida y entró en el departamento que, efectivamente, estaba vacío. Recordó cada momento vivido allí, lloró en la cocina al asomarse por la ventana que miraba a la terraza. Un mareo le hizo correr al baño y vomitar; al salir volteó hacia una habitación donde nunca había entrado y tenia la puerta entre abierta, entonces entró.

Un cañón en medio del cuarto, al fondo un sillón y unas discos tirados en el piso reflejaban el sol que entraba por un tragaluz que estaba en el techo. Reconoció el olor que inundaba todo, era el hedor añejo de aquel perfume que la había enamorado. Entró, se agachó para tomar los discos, todos estaban rotulados igual. Una etiqueta con grandes letras que decía: "Meter Maid", un impulso la llevó a poner un CD y a tirarse en el sillón a observar.

martes, 8 de abril de 2008

"Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. La identidad no es una pieza de museo quietecita en la vitrina, sino siempre la asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día"


Fernando Savater


Lo encontré en el blog de la señorita melancolía

lunes, 7 de abril de 2008

Esperando...


Yo también puedo irme a vagar por mi vida y olvidar que alguna vez te quise. También puedo ocultarme tras la sombra de un gran árbol y evitar enamorarme, pero no es fácil olvidar cuando aun se quiere.

Al principio requerí cubrirme la cara de cera para inmortalizar una sonrisa, pero el sol de la primavera la fue derritiendo y queda sólo un cascajo de falsa felicidad que ya deja ver la tristeza de mis ojos contrastando con esa sonrisa inútil que me cuelga de la boca, esperando a que llegues... como si fueras a llegar.

Espero, pues, ansiosa la llegada del verano y con el calor borrar esa mueca de mi cara, aguardar me a las aguas para purificar mi alma con agua de cielo, lavar mi rostro de rastros de amor y esperar el otoño con cara nueva; que si no vienes para otoño ya no vengas. Descanso en invierno, que me han contado que las guerras terminan en primavera.

La mujer de un Hombre que se fue a la guerra.

jueves, 3 de abril de 2008

Me estoy volviendo loca


Si contara lo que he soñado anoche, seguro se me cae la matrix. Prefiero guardar las impresiones dentro de mi, no me vino a revelar nada nuevo y a fin de cuentas siempre he creído en los mensajes subliminales que nos traen los sueños. Se está revelando esta película, a que sí?


miércoles, 2 de abril de 2008

Paz onírica


No son los últimos labios que han besado los míos, sin embargo soñé con ellos. Carnosos, casi rojos y una lengua que atropellaba mis instintos. No es la unión de nuestros labios lo que, al despertar, me hicieron recordar todo el sueño, sino la sensación de paz que respiraba por la mañana.

Su compañía me da serenidad aunque no nos vemos muy seguido. Cuando estamos juntos parece que nos conocemos de años, pero en realidad hace apenas unos cuantos meses platicamos por primera vez y no intentamos conocernos porque parecía un juego de descubrirnos uno en el otro. A primera vista me pareció insignificante o mejor dicho un hombre como cualquier otro, pero cuando fui descubriendo sus pasiones encontré que mucho de él había en mí y la química jamás se pudo negar.

Si me hubieran dicho que algún día le iba a tener entre mis piernas, me hubiera reído mucho y no hubiera dado crédito a tal locura; cierto, me encanta su compañía y cuando estamos juntos cerramos la platica como si nadie mas estuviera ahí, pero no sería suficiente para pensar en un rollo entre los dos, sin embargo pasó, sin darnos cuenta, a manera de juego, sin agobios y nada más, tan amigos como siempre.

Anoche he soñado con él y de nuevo sus labios buscaban los míos de una forma natural, pero sin impulso sexual en cambio sentía tanta ternura que la paz de ese sueño se prolongo hasta ahora. No suelo hablar mucho de este tipo de temas, no es la unión de nuestros labios lo que me motiva a escribir este post, sino esa paz que empezaba a extrañar y que ahora me da fuerza para seguir mi camino.