lunes, 27 de julio de 2009

Un sueño que soñé

Que alguna vez esta loba, en medio de su soledad, encontró a un lobo extraviado en el desierto. Entonces sus miradas se encontraron y se miraron fijamente como quien se reconoce a si mismo mirando el agua. Ella, esta que escribe, sintió el miedo más profundo que jamás pensó sentir, pero lejos de postrarse sumisa, se hubo echado a contemplar el horizonte alzando su cabeza como una esfinge, mientras el macho, también estepario, se acercaba cautelosamente con planes de reconocer aquel comportamiento tan extraño de parte de la hembra loba. Podían olerse el miedo a cientos de metros de distancia, más sin embargo ambos entraron en un rito de apareamiento indescriptible por su cualidad de inédito. Todo era nuevo en el desierto entonces, lobos que no se comportaban como tales, lunas que siempre estaban llenas, dunas y cactaceas como escenografía en la escena de enamoramiento entre fieras salvajes. Esa misma vez, desperté llorando y supe que todo era un sueño, que seguí soñando.

Un solitario





Un lobo siempre lo será. Muy a pesar de sus impulsos por auto domesticarse, seguirá siendo un solitario... aún en manada, pues nada ni nadie será lo suficientemente apto para poder sobrevivir en este valle de lágrimas que es su hábitat, su mundo. Un pequeño trauma ancestral y, por ello, se excitará con el pensamiento de asfixiar, lamer la sangre de su presa, pero sobre todo con su mirada moribunda pues todo ser se purifica con la muerte. Llegará tarde o temprano a sentirse asqueado hasta de si mismo y pensará en buscar la muerte o buscar su propio camino lejos de todo buscando un poco de tranquilidad espiritual.

El secreto está en saberse y aceptarse sin importar las decadencias extranjeras y reparando poco en las propias, sólo lo suficiente para poder encontrar la dirección correcta que han de seguir sus pasos. La imperfección forma parte del orden cósmico, el lobezno debe saberse imperfecto antes de ir a buscar la cueva que ha de almacenar su cuerpo al final de los días terrenales, luego el ascenso será calmo y nuestros antepasados nos recibirán con una danza alrededor del sol.
Aullemos a la luna que es nuestro sol de noche, amigos lobos.

jueves, 23 de julio de 2009

mi Corazón


Se dice que el mío es un corazón de condominio, no han acertado del todo pues hubo estado alquilado y deshabitado por inquilinos que se fueron transfigurado en arte. Ahora es una gran galería. A mis veinte y cinco mi corazón está condenado a galería. Con una gran exposición permanente de fotografías de amores frustrados, olores pintados al óleo, caricias esculpidas sobre las paredes, mosaicos de TE QUIEROS y vitrales de esperanza que iluminan una gran familia de mariposas monarca danzándole al amor.


martes, 7 de julio de 2009

acelera

Ya lo sé, sé que te resulta difícil creer las ausencias tan marcadas; aquí mismo en el archivo es innegable que algo sucede. Suceden tantas cosas. La vida recorre su camino rápidamente, nos demuestra en meses que parecen años que todo es cuestión de ciclos, que todo lo que nace y se desarrolla lo más natural es que muera de un momento a otro. Así es la vida a los 25: rápida, lastimera, excitante, intensa, tal vez siempre fue así.

La primera parte de los 20's fue demasiado intensa, luego la parsimonia consumió los impulsos, ahora empieza el acelere que hará que esto acabe de alguna manera. los excesos están a la vuelta de la esquina, nadie se salva de la mano inquisidora, eso me queda claro. Espero que ese hueco que va hacia el fondo se haga cada vez más grande porque la malilla de vivir ya es muy fuerte y tanta fiesta empieza a colapsar el equilibrio tan deseado.

Ya casi es hora de volver al camino que antaño hubimos rechazado. Ser lo que debemos ser. Vivir o Morir, quizá sea lo mismo.



Pero no te molestes, estoy bien.