miércoles, 28 de mayo de 2008

No hay futuro.


La sociedad mundial... -hago una pequeña pausa para pensar en el calificativo adecuado- tan chispa. Hoy en algún lugar del mundo se subastó la pintura "trovador" de Rufino Tamayo, y fue vendida en 7,2 millones de dolares -wtf??- logrando ser la mejor pagada, de latinoamerica, en la historia.

Trovador by Rufino Tamayo

Si de mexicanos hablamos, prefiero a Leonora Carrington, que también vendió a buenos precios, y de los de esa noche elevadas cifras, indudablemente a Fernando Botero y sus hermosos obesos, pero bueno... el gusto se rompe en géneros.

Noticias como esta nos demuestran que hay cosas, un poco menos desagradables que la narcoguerrilla, pero que igual me reafirman lo podrida que está la sociedad. Obras de arte vendidas en millones de dolares, cuando con ese dinero se pueden hacer tantísimas cosas, por el arte mismo, por la expresión de la humanidad, etc. sin hablar de alimentar niños en África, ni de seguir experimentando para obtener vacunas contra el cáncer o el SIDA; no, no no... no soy tan romántica, pero coño, me pudren los despilfarros -todo porque no me gusta Tamayo, aunque pensara lo mismo si el cuadro hubiese sido de Frida-. Este mundo está mal, muy mal.

jibba hueiye

Continuar...


...y a la vez: iniciar y/o descubrir -o redescubrir- la vida desde otros ojos, escribir con otras manos y sentir con el mismo cuerpo -un solo corazón y un único cerebro-. Explorar nuevas formas de expresión: ficcionar y mitificar realidades como ejercicio alegórico de la vida -y que a la vez funja como recopilación de memorias- esa es la labor de esta bitácora.

Poco a poco se irá develando la historia de esta que escribe, sus realidades, ficciones, gustos, y uno que otro disgusto, todo lo humanamente posible de describir -si no pues le inventamos, a ver qué sale- y que ayude a la formación y estudio de una ética individual, que haga un poco más llevadero este mundo imperfecto. No queda más que echarle ánimo a la vida.

martes, 27 de mayo de 2008

antes del fin (2)


Qué locura. Caer en el ejercicio de esperar como aquellos que esperaban a Godot. Me parece absurdo esperar a que lleguen tiempos mejores -aquí sentada se me escurren entre los dedos-, y contradictoriamente sigo haciéndolo ¿Será que, el vivir a la espera, de lo que sea, es inherente a nuestra condición humana? En fin...


La libertad de expresión que me brinda este espacio se ha visto mermada por el acoso social -y en mal pedo- hacia un apodo que me impusieron hace años, y con el paso del tiempo fui adoptando como mi propio nombre. Todo el mundo lo sabe, yo soy la BERENOISE. No me causa ningún conflicto escribir un blog firmado por mi, ni siquiera con mi nombre real pues muchas veces lo he hecho. Nunca le he tenido miedo a las palabras, menos a las que firmo y muchas ratas se han valido de ello para tratar de joderme. No lo han conseguido, pero con la obstinación que da la ignorancia siguen en sus intentos -hasta ahora todos fallidos- de chingarme la vida.

Ahora con las herramientas que papá google nos brinda podemos rastrear a una persona con tan sólo colocar su nombre o apodo, aparentemente no hay problema todo queda en datos almacenados en la red, pero la perversidad humana no tiene limites y ya me han dado dos o tres avisos de que en realidad pueden perjudicarme haciendo uso de cierta información, así que el fin de este blog es irrevocable, después de pensarlo mucho he decidido terminar con el archivo que he creado en casi cuatro años de acción blogueril, y cuya última parte está en este blog, cerrando así un circulo determinantemente.

Para nada significa que me han orillado a la autocensura, al contrario, me han abierto una puerta más a la libertad de expresión y haciendo uso de los beneficios del anonimato cuando menos se lo esperen renaceré como el fénix. De cualquier modo siempre he sido lo que escribo, la firma es puro protocolo.

Aún así todavía no me voy, aún tengo cosas que decir.

miércoles, 21 de mayo de 2008

antes del fin

En épocas de desesperanza no hay ficción más bella que la realidad, y como amante de la belleza, me he puesto a contemplarla con la misma ansia que contemplo una puesta en escena. Mi realidad tiende a parecerse mucho a una obra pánica con factores surrealistas, que poco a poco han ido inmunizándome hacia el estado de shock, que podría producirme, ciertos acontecimientos por demás inverosímiles.

Y así han sido estos días que he estado ausente de la blogosfera: desesperanzados e inverosímiles. Alejarme del ejercicio ficcionista me provocó un mareo emocional que ha valido la pena sufrirlo en todas sus dimensiones; ahora bien, creo que es necesario hablar de esta manera un tanto metafórica y ambigua para evitar susceptibilidades de posibles lectores, pero sobre todo para no dejarme abiertamente en evidencia, pues entre tanto rodeo se vislumbra, inevitablemente, que algo claramente decisivo esta pasando conmigo y -creo que- aún no es tiempo de hablar de ello más sí de alertar que algo está pasando.

Vuelvo a creer en esa energía creadora y en el movimiento de hilos que me hace tropezar con las mismas piedras, y una vez que me he encontrado mordiendo la tierra -después de tamaño tropezón- me ha venido el vomito y, contradictoriamente, después de ello he tenido una náusea que me ha hecho escupir hasta la última gota de culpa que traía en la entraña para darme la oportunidad de cerrar un ciclo, y al hacer esto descubrirme abriendo otro. Tomo todo esto como una recompensa luego de un pesado trabajo espiritual.

Además debo confesar que no sólo fue un mareo emocional el que he tenido, sino varios, en uno de ellos me he descubierto enamorada, del amor, de una voz, de un personaje, de un hombre y de un lobo. Si los que presumen de conocerme habían pensado que muy probablemente yo ya no volvería a experimentar este tipo de mareos, se ha sorprendido tanto como yo, justo ahora vengo a confesar que, por primera vez en muchos años, me encuentro experimentando un amor tan puro como el que produce la última soledad, y seguramente han de estar más boquiabiertos al encontrar ese amor en mi silencio. Valgame, cuando se lo confesé a Moisés fue de un chistoso... y me dio una risita de nervios que gracias a tutatis el no pudo percibir, entonces él me dijo que si de cual escritor, obra, poema, poeta o discurso, estaba enamorada y empecé a creer que lo que me esta pasando es realmente grande, pues no se imaginaba que detrás de todas las respuestas que esperaba estaba un solo hombre. Enhorabuena por este corazón que se estaba pudriendo de latir.

Como la buena chica que soy, he de decir que a pesar de la buena noticia antes descrita, no me he sentido muy bien, montones de tonterías han pasado por mi cabeza, a ratos con ganas de nada, ni de respirar. Me he sentido muy sola, me hacen falta mis amigos a mi lado. Ana y Daniel no están cerca, no me acostumbro a tenerlos lejos por periodos de tiempo tan largos, este año no he hecho otra cosa que pelearme con ambos, cada que nos vemos ha sido un descargar de emociones muy fuerte. Hace unos días le hube gritado a Daniel, lo mandé a chingar a su madre varias veces, hasta estúpido le dije y jamás, ni cuando viví en Cln., me había hecho tanta falta tenerlo a mi lado. Extraño las noches de parranda, bebernos todo el alcohol del mundo juntos, ahogarnos uno en la soledad el otro, descubrir que no tenemos nada más que un buen amigo a un lado y ahora ni eso, lo mismo pasa con Ana.

Espero, ahora sí que, con toda la fe, que vengan tiempos mejores.