viernes, 28 de noviembre de 2008

ojalá que llueva Hinojo...

Hinojo, que es la especia del miércoles, el día de los términos medios, de las personas maduras. Cinturas que han cedido, bocas marchitas por el peso de unas vidas vulgares que soñaron distintas. Hinojo de color pardo terroso y corteza y hoja bailando en la brisa otoñal, que huele a cambios inminentes. *


Crecí en una zona donde el hinojo se da salvaje en los campos. El olor de sus ramas frescas, con sus frutos aún verdes, invade mi memoria al sentir el fresco de esta mañana recorrer mis brazos y piernas desnudas. Mi memoria sensorial suele ser puntual, pero está vez llegó incitada por la lectura de anoche que, al sentirme cansada de vivir, me fui a la cama más temprano de lo normal para encontrarme con un libro que se ha vuelto chamánico. Es viejo y sus hojas están gastadas, carcomidas, quemadas por el duro trajinar que le habrá tocado vivir. Llegó a mi hace casi cuatro años a manera de regalo. Anoche me vino muy bien, encontré esa parte que habla de las promesas, del amor, del cansancio de vivir y del hinojo.

-El hinojo es una especia prodigiosa -le digo a la esposa de Ahuja, que se tironea el sari con dedos inquietos. Toma un trocito, crudo y entero, después de cada comida. Refresca el aliento, favorece la digestión y da ánimos para afrontar lo que haya que hacer. *

Desde pequeña supe que el té de hinojo alivia el malestar estomacal y que si se mezcla con tila, salvia y un poco de anís estrella controla los nervios que se sienten en la boca del estómago. Obviamente que conforme mis conocimientos en plantas medicinales aumentaron, descubrí que esos son sólo los usos más frecuentes y domésticos, pues además ayuda a eliminar el exceso de acumulación de agua ya que es un diurético que ayuda a controlar el sobre peso y más malestares provocados por la retención de líquidos. Estimula el apetito y es buen aliado para los niños que, al crecer, van perdiendo el ánimo de comer o para darle guerra a la anorexia que cada vez se mira más en niñas menores de 10 años. Y sólo por mencionar algunos, pues al ser mezclado con las plantas adecuadas ayuda como antioxidante, contra el colesterol hasta en la belleza y la cocina nos beneficia.

Como especia, hay montones de recetas en las cuales el hinojo nos regala su olor y propiedades aparte de ese toque en el sazón en ocaciones especiales y mejor aún en cenas románticas -inténtalo y luego me cuentas- sólo basta con googlear lo necesario y estoy segura aparecerán bastantes recetas.

Pero sí les voy a dar un tip: Haciendo una cocción de romero, hinojo y pétalos de rosa, se humedecen un algodón o una gasa, se coloca sobre los ojos 10 minutos por la noche, tus párpados se relajarán preparándose para dormir y además de humectar la piel, con un descanso adecuado, evitará la formación de ojeras. Magnifico ¿no? para todos los que nos desvelamos frente a la computadora.


Yo que soy una romántica del lenguaje místico de las plantas, alabo la voz de Tilo, la anciana protagonista de "La señora de las especias":

Hinojo, digo cuando ella se va, hinojo que tienes forma de ojo entornado, acentuado con surma, actúa por mí......

....Hinojo que el sabio Vasistha comió después de devorar al demonio Illval, para que no volviera a la vida.

Háblame, hinojo, mouri, del color del gorrión que lleva la amistad allá donde anida, especia que asimilar el dolor y cobrar fuerza al hacerlo. *


Muchas veces es mejor creer en la ficción y tomar té de hinojo con el deseo de que las palabras que inician este post mágicamente se vuelvan reales y poder bañarnos en ese olor a cambios inminentes que tan bien nos cae por aquí.


*Copyright © La señora de las especies por Chitra Banerjee Divakaruni

jueves, 27 de noviembre de 2008

La historia entre mis dedos...

Tardé para darme cuenta que estaba perdidamente enamorada, después de Él mi mundo se vino abajo. Junto con su alejamiento y el lento final de lo que teníamos también se fueron deteriorando otras relaciones, lo que contribuyó a modificar varios conceptos y comportamientos.

Jamás me he sentido tan sola como este 2008, ni siquiera a principios del año pasado cuando me sentía vacía de amor y me la pasaba escribiendo sobre ello, pero con sola no nada más me refiero al amor de pareja, sino a todo tipo de relaciones. El suicidio volvió a ser un pensamiento recurrente y nuevamente, de milagro, escapé de él. El despojarme de vienes materiales que me llevaba hacia la banalidad me ha ayudado a mi crecimiento espiritual, pero tengo tanto miedo a equivocarme que voy perdiendo el rumbo. Constantemente meto la pata al tomar decisiones que me afectan emocionalmente. Cuando más enamorada me sentía a la vez me encontraba inundada de soledad y dolor, quise sustituir amor con compañía y empecé a salir con alguien. En este mi más terrorífico año en el que todo me ha salido mal, hasta la aparición de mi fantasma mayor cuando más vulnerable estaba.

Y en medio de mi tormenta conocí a un príncipe arrogante, altivo, egocéntrico, intenso, problematico, obsesivo, con la ternura de un niño berrinchudo, caprichoso y mimado. A quien fui aprendiendo a querer a pesar de todas las características que ya cité. Algo dentro de mi se aferraba a estar a su lado y a tratar bajo cualquier circunstancia de estar bien con él.

Me ayudó a poder hablar por primera vez, fuera del psiquiatra, sobre mis más intimos secretos. Me fui develando ante él hasta desnudar mi ser que se fue enamorando poco a poco. Sin embargo ese amor no siempre fue suficiente para vencer temores y demonios personales que se confrontan a su vez contra los suyos. Continuas discusiones, pleitos, diferencia tras diferencia con sus medios tiempos de tranquilidad efímera, donde reinaban planes y un amor tan romántico que me asfixiaba.

Tan diferentes y tan iguales a la vez.

Sumándole a mis demonios mi inseguridad y mis trastornos emocionales tuve la formula perfecta para cometer error tras error que me costaron sacrificar mi relación con él. Primeramente por mí, si normalmente mi estado de animo se pasea en un carrusel, con el príncipe recorría todas las emociones en un sólo día, subiendo y bajando de tensión al grado que el psicólogo recomendó finiquitar o ponerle stand by a la relación por mi bien emocional y así poder tener un poco de tranquilidad.

Por otro lado, nuestra relación siempre fue asfixiante y aunque nunca fuimos formalmente novios, me desgastaba demasiado aparte de que me daba muchas limitaciones e inquietudes, ni que decir de que sentía todo menos paz al estar siempre al borde de la locura. Por momentos sentía que mi vida era sólo caos y lo peor es que me estaba volviendo adicta a ello, hasta que terminé con toda comunicación con él por mi bien psicológico. Todavía no se iba cuando ya lo echaba de menos. Estos días sin él han sido desesperantes sobre todo el primer día que lo extrañaba sobremanera y aún puedo decir que de una manera u otra me hace falta.

Pero hace unos meses conocí a un buen moso cuando tuve una pelea con el príncipe en la que duramos más de un mes sin hablarnos. Él es muy parecido a mi en cierta manera. Compartimos una historia de vida muy similar. Gustos, emociones, sensaciones, pensamientos, ideas tan similares que asustan. Desde entonces me dio un miedo enorme a estar frente a mi media naranja, como dice él. Inconcientemente siempre he boikoteado nuestra relación hasta llegué a pensar que mi aferre al príncipe era una especie de refugio contra este caballero, cosa que aún no estoy muy segura.

Este guapo caballero quizá no es mi hombre ideal, pues ese es mi Rey, mi Rey que ya nunca más será mi amor, pero si es ese tipo de hombre que encaja perfectamente en mi vida. Me hace sentir estabilidad que, la verdad, me da miedo pero que intuyo es lo que necesito, además tiene el don de hacerme sentir protegida, amada y sobe todo esa cosa rara que pensé nunca sentir, ese apendejamiento como para entregarle mi vida y voluntad.

Pero así como yo soy una confusión amorosa andante que constantemente se ha estado equivocando en el amor, él también tiene lo suyito, no le ha tocado vivir una vida cómoda con respecto a este tema y ahora mismo está cansado de dificultades y de problemas de pareja. Cansado de tragarse sus emociones, de soportar tonterías como las que acostumbro a hacer y aunque dice quererme no puede soportarme.

Lo que a mi me está quedando claro con todo este recuento de los daños es que cada uno necesita estar solo por separado.Quizá aún sigo teniendo muy adentro a mi Rey y la insatisfacción de no tenerlo cerca de mi me genera todas estas confusiones que me hacen caer en error tras error, quizás tambiénsea tiempo de estar sola, sí, pero en paz y recobrar la serenidad que sentía antes de conocer a mi Rey para entonces sí poder volver a enamorarme.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

A Lao

Hace cuatro años conocí a un hombre muy Joven que me impactó mucho, a pesar de que teníamos la misma edad yo seguía siendo una adolescente mientras él ya era todo un hombre. En aquel entonces nunca supe porque me impresionaba tanto y ahora, súbitamente, le recuerdo y caigo en la cuenta de que era admiración. Manejaba una energía hermosa, podía estar tranquilo y relajado pero a través de su mirada se filtraba la intensidad de su pasión. Parecía conocer la vida y su amargo existir y aún así siempre sonreía. Él ya era Sahuaro de su desierto yo apenas una cachorita.

Entonces,después de verle por primera vez escribí en mi cuaderno algo para él:


A Lao


Una tarde de colores cálidos
un intenso olor a humedad
quietud de mi parte y seriedad antes de tu llegada.

Sabía que ese día sucedería algo raro e inexplicable
pasaron dos horas y de entrelas sombras salió tu figura
menuda y un poco alargada.


entre risas y palabras paso un tiempo,
yo no dejaba de mirar tus labios
no quería dejar de mirar

tu cuerpo delgado,
tu carita larguirucha,
tu color de piel
tus ojitos jalados,
tu sonrisa tan coqueta.


Cuando te tuve frente a mi trabajando con tus manos,
subías tu mirada y sonreías,
en ese momento sentí que me quedaba contigo
tus labios y la sensualidad de tus palabras
me jalaban hacia ti, pero detuve mis impulsos.

aun recuerdo tus labios, tus ojos rasgados, mi hermoso Lao.

Septiembre 2004.

No sé por qué hace rato me acordé de todo esto y fui a buscar mi cuaderno del 2004 y ahí estaba el escritillo casi borrado porque en ese entonces me gustaba escribir solamente con lápiz. Fue en septiembre y en octubre empecé este blog y chequé entre las entradas anteriores y no encontré una donde haya publicado lo que hoy, así que ahí está para perpetuarse

martes, 18 de noviembre de 2008

Alessandro Papetti

Hace años que tengo la intención de postear sobre este magnifico artista, Alessandro Papetti, pensaba colgar replicas de sus cuadros, hacer na pequeña biografía y un breve comentario de lo que a mi parecer es su obra, pero hace unos días encontré en youtube un par de videos que facilitan el trabajo de presentar a este pintor, vean y después me dicen que les parece!




oops, i do it again

Hay sueños tan espantosamente reales que da miedo que se cumplan, aunque quizá no sólo miedo sino un híbrido de emociones entre la incertidumbre, ansia y deseo que me hacen despertar nerviosa y con el reciente eco de esa voz que me fue tan agradable volver a sentir cerca de mi oído a pesar de que solamente fue un sueño.

lunes, 10 de noviembre de 2008

sobrevivo!

En tardes como esta en las que la humedad se mezcla con la oscuridad que deja el sol cuando se pone, siento la magia de la atemporalidad como un sentimiento sublime. Cuando nada termina ni empieza sólo somos nosotros mismos sobreviviendo.Así ni el pasado me alcanza pesadez en mi HOY y tampoco el futuro me preocupa.


Es mucho mejor respirar el aire helado observando la silueta de la urbanidad enmarcada por un cielo azul espeso. Ya es noviembre y todo se vuelve cada vez más oscuro. Ya no más tardes prolongadas teñidas de un ámbar hartante, ni unas lunas gigantes que solamente alborotan más la loba que traigo dentro.

Antes bien sigo viva, más en unos ratos que en otros, pero ya sabes como soy de ambivalente. Después de la luz del verano me sienta bien la oscuridad de noviembre para recargar ánimos para las fiestas de diciembre.

La depresión post-party ha durado ya demasiado, si no fuera por la humedad y frescura de estas tardes que me vuelven al presente, seguiría en el azote tan común en mi.


Hoy no... HOY sigo sobreviviendo

jueves, 6 de noviembre de 2008

I, corazón, Culiacán.

En Culiacán todo sigue igual. La gente se detiene ante la inmolaridad del tiempo. Todos con sus vidas insoldables, como si no pasara más nada, y quizá sea verdaderamente de esa manera.


Las fiestas, las tardes de café, la vida entre trabajos, ensayos, escuela y la vagancia, sigue igual. A la vuelta de 10 años se habrán agotado las esquinas después de la inminente rotativa en busca de un cambio.

Entonces pienso: que bueno que estoy acá, en Sonora. Aquel ritmo de vida hubiera acabado conmigo. No por el ir y venir, sino por el tedio y la inmutable rutina.

Y la ciudad sí que cambia, por lo menos la escenografía. Puentes, jardines, fraccionamientos, oxxo por todos lados. Se maquilla y reconstruye a si misma como queriendo borrar las huellas digitales del destino violento que le toca cumplir. No así la sociedad que parece ir borrando el olvido.


Y vuelvo a los mismos resultados después de mis cuentas: Culiacán es mágico. Ahora ya no sé si algún día volveré a vivir ahí, pero siempre será un lugar al cual volver para perderme en el tiempo.