jueves, 11 de enero de 2007

Ana vuela hacia el cielo con sus alas nuevas





Desde qué le miré por primera vez, hace unos años, supe que algo tenía de especial, tanto así que mi primera reacción fue de repulsión. No soportaba tenerla cerca y el escuchar esa voz, que ahora resigno recordaré para siempre, me martillaba el sentido con una punzada fuerte que no podía aguantar. El tiempo, la vida, nos fueron acercando y desde las primeras charlas supe que me sería difícil la vida si no le tenía cerca, no en un sentido de dependencia, sino de ganas de compartir la vida juntas. Al principio no fue fácil, nuestras energías y nuestro contexto, hasta antes de conocerle, eran muy diferentes, pero con el tiempo y la resistencia de mi parte a abandonarle hicieron que forjáramos una bella amistad. Ahora, tenemos mucho más que eso, es una unión permanente.

El siempre nos pesa, no sé si estaremos juntas para siempre, ahora eso no es lo importante. El siempre ha perdido valor en nuestra historia.

2 comentarios:

Noa- dijo...

Gracias por tu paso y tus palabras en mi rincón.

Saludos

Starjammer dijo...

sin quererlo me doy cuenta de que tenemos algo en comun... yo tambien deje de preocuparme por el "siempre" con la persona con la cual decidi compartir parte de mi vida...

buen blog, un saludo.