jueves, 21 de febrero de 2008

Centrada, práctica, inteligente, sensible....


Y en medio de tanto amor y desamor, que al fin de cuentas es lo mismo, YO, que soy una romántica sin remedio y soñadora incansable, me he dado por vencida y no por ello renuncio al romance y a los sueños, más bien es que he empezado a repudiar mi condición de mártir. ¿Ya era hora, verdad? Hijo 'e la... Tarde pero sin sueño, compa.

Bien dicen que después de que nos cae el veinte tenemos que escribirlo y leerlo en voz alta para que el cuerpo escuche y haga caso de lo aprendido, pues si no es de esta manera es fácil volver a caer en una contradicción. Esta mañana lo hice en automático y aunque me salté unos pasitos la cosa es que al fin lo he comprendido.

Estaba sentada, tranquila y pacifica, así como soy yo desde chiquita, shalalá... mi prima estaba desayunando conmigo y mi abuela andaba dando vueltas al rededor del desayunador como gato; de repente, y sin que me diera cuenta, empezó a recordar la reciente muerte de su hija a principios de diciembre y de ahí que empezó a sollozar y entre comentarios sobre la condición de morir que tenemos todos, me vi iluminada en un cenital, de una luz que parecía provenir desde el mismito techo de mi casa y es que estaba abajo del foco ahorrador de energía; "Que-ma mucho el foco", dijo mi prima y fue a apagarlo. Entonces, después de sentir aquella luz sobre mi cuerpo, las palabras salieron de mi boca con la convicción de una verdad bien cimentada. Y LO DIJE. YO. Entre muchas otras palabras, fue: "Es que el cuerpo no asimila el sufrimiento prolongado" Y NO FUE SUFICIENTE, seguí: "Sufrimos a su tiempo y, como todo ciclo, tiene un principio y fin, si nosotros lo prolongamos el cuerpo lo reciente. Empiezan los problemas físicos y psicológicos, tendemos a enfermarnos, deprimirnos y todo por falta de razonamiento, porque cuando entendemos las causas del dolor y las aceptamos, nos despojamos de penas y el cuerpo se siente liberado, entonces empezamos a funcionar mejor, fisiologicamente hablando". Sí, yo lo dije.






Moraleja: La felicidad tarde o temprano llega, con un poco de entendimiento y sabiduría.






Y ahora empiezo a considerar el materialismo como una alternativa, claro, desde la perspectiva marxista,porque si entrego mi placer a los frutos de mi trabajo y escuela probablemente tenga mayor estabilidad, porque sufrir por amor o desamor, definitivamente, no es lo de hoy. Como también es poco probable que entre en el entendimiento total de la complejidad del amor, no me complico la vida, sólo lo siento, lo disfruto como una sensación única y me entrego a la fluidez; dejándolo ir de la misma manera en la que llega, aceptando una verdad irrefutable: Todo lo que empieza, termina".

Lo sé, es muy obvio. Tan obvio que siempre estuvo frente a mi y no crean que toda la vida fui una mujer sufrida, eso pasó cuando perdí el camino de la funcionalidad por el cual caminé y dentro del cual también era romántica y soñadora, pero no entregándome al dolor como modo de vida. Por eso las palabras que me terminaron de abrir los ojos esta mañana, fueron dichas tan orgánicas que ni me abuela ni mi prima dudaron en creer que verdaderamente lo pensaba. Y es que así era yo y vuelvo a serlo poco a poco. Centrada, práctica, inteligente, sensible y caliente. Buena carta de presentación.

Ahora sí, ya estoy lista para ir a la playa y quien sabe, en cuanto se termine de ir el frío en una de esas y hasta me inscribo en un club de natación. pero ese es otro post.

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