martes, 5 de febrero de 2008

presume felicidad y recibiras una patada en el culo


Cuando las mañanas no parecen tan chingonas como en posts pasados hablé y en cambio me despierto con un dejo de tristeza, por causas muy ajenas a mi individualidad, dan ganas de escuchar una voz que me saque del trance y que a la vez me recuerde que no todo marcha sobre ruedas. No para latigarme sino para no ser indiferente hacia ello. Hay cosas, como la amistad, a las que no puedo serlo. Entones, esa voz necesita estar acompañada de música que conserve el estado puro de mi ser o sea a toda madrey creo que tengo esa combinación justo en mis oídos.


La escucho. Me paseo por la tranquilidad de esta mi mañana soleada. En mi GRAN imaginación es como si estuviese justo dentro de mi habitación, sólo que de ser así el telón de mi escenario no estaría abierto al menos que eso interfiriera con la acústica y resignadamente tendría que abrirlo, pero entonces la colocaría de espalda al público, que en este caso sólo soy yo. ¿Por qué? No se me hace muy agradable a la vista. Su maquillaje es feo, el peinado la delata, su gusto en tatuajes no es muy refinado que digamos; mucho menos me gusta su estilo y es que si va a estar en mi imaginación no tengo porque soportar una imagen que no me agrada. Claro, tiene una voz maravillosa, una como hace mucho no escuchaba. Lo suficientemente triste para acompañar a esa música que me pone tan de buenas, por eso precisamente hoy es lo mejor que puedo escuchar y es maravilloso compartir mi mañana con ella, aunque su imagen este un poco borrosa, en mi imaginación.


No hay comentarios.: