lunes, 4 de febrero de 2008

ay que feliz soy, snif!


La felicidad tan guapa, cositas ella! (Tengo que tratarla bien para que se quede un poquito más conmigo)

Ayer, mi pasado favorito me hizo ponerme de muy buenas, bajé el disquito del que hablaba (PORQUE NO SÉ QUIÉN SE QUEDÓ CON ÉL) y canturreando me puse a hacer los quehaceres propios de una chica de su casa. Tardé millones de años para terminar de acomodar el closet, que toda la semana sufrió las consecuencias de mis apuros. Lógicamente también lavé y también tardé años luz en terminar, pero no hubiese tardado mucho menos si me sólo hubiera hecho eso y para nada que estaba en la PC (lol). Entre que anduve ayudando a mi abuela con el jardín, que por cierto he tenido muy descuidado de unos meses para acá y que sin la ayuda de mi maravillosa viejita ahora mismo sería un fracaso. Las rosas están maravillosas, felices con el clima, pero mi gardenia jamás volvió a florecer, eso me hizo agachar la cabeza por un momento, tanto que había deseado que este enero floreciera o por lo menos se le viera más vida, pero creo que está triste porque no salgo a cantarle su canción, pero luego volví a recuperar mi ánimo pues encontré un lugar perfecto para plantar, que esa ya será otra historia.

Comí con mi abuelo y me quedé platicando largo y tendido sobre matemáticas, bueno, con él casi nunca hablaba de poesía más bien le gusta mucho que le lea a Chejov, pero ahora que he vuelto al mundo le brilla la mirada, olvida el dolor de su rodilla, sonríe, me hace cariñitos, aún no me canta pero comprendo su alma triste y entonces se mira en mis ojos y habla de lo mucho que le hubiese gustado ser físico matemático. snif y yo aquí a su lado, escuchando su voz y metiendo mis manos pequeñitas en las suyas grandes y fuertes.

pues sí, terminé bien tarde de poner todo en su lugar. Me metí a bañar porque estaba esperando a la negra, que en cuanto me vio me dio uno de los abrazos más ricos que me han dado en la vida y siempre que me abraza de esa manera me siento tan llena de felicidad que me apendejo y empiezo a reírme nerviosamente y casi nunca atino a abrazarla yo también, será que de tan bien que se siente podríamos estallar en mil pedazos y por eso mejor me quedo ahí, parada nomás, sintiendo como mi cuerpo se llena de amor. Y salimos a dominguear riéndonos tanto como si celebráramos que siempre vamos a estar ahí, una al lado de la otra para ser felices juntas.

Bien acompañadas de un vodkita nos fuimos a conquistar el mundo. Cerebro manejaba y pinky ponía la música, música de los king of leon para empezar y sí, claro, pinky soy yo. Fuimos por Alex, un nuevo amiguito al que empiezo a estimar mucho y por el inge, un pretendiente de la negra. Como nunca hablo de Alex, no es de suponer que me enganché de volada con él y toda la noche estuvimos hablando de música, literatura y las futuras clases de guitarra que me va a dar. Al fin volveré a tener una guitarra en mis manos. luego, luego escribiré esa historia.

Ya en la parranda nos encontramos a Pay y estuvimos un ratototote, luego me dio frío y pedí que me trajeran a mi casa. Ya bien happy se me olvido la indiferencia que había jurado a la ausencia y que le marco a mi amorcito corazón, ya eran las 2 de la mañana y pensé que no me iba a contestar, pero escuchar su voz tan cerquita de mi oído así de repente fue maravilloso, pinche distancia lastimera. snif (ahora comprenden el porque de mi snif en el título de este post)

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