miércoles, 2 de julio de 2008

no future, no future for you


La raza humana me da tanto asco... y a la vez me provoca tanta ternura. Quizá sea porque crecí adorando el pop amoroso de los Beatles, pero para mi no era suficiente tener sólo esa versión de la vida. A menudo escuchaba otras bandas que sus letras eran (algunas siguen siendo) oscuras, depresivas, con un sonido atormentadamente melancólico, y tampoco me sentía satisfecha. Dentro de mi, siempre existió el inconformismo, el repudio a lo establecido, la rebeldía que mi familia nunca comprendió, menos en aquellos días, cuando ni yo misma sabía bien a bien que era lo que pasaba conmigo. Hablo de mi niñez y la entrada a la pubertad. A mi, como a muchos, se me cruzaron los cables .

Cuando entré a la secundaria me dio por escuchar electrónico, eso pocas personas lo saben, sólo las que realmente me conocen desde aquellos días. Me vestía bien tumbada (acá en los barrios de Sonora usamos tumbado como sinónimo de holgado) y bailaba house, a veces trances y psycho, en una discoteca bastante famosa en mi pueblo, durante las, también famosas, tardeadas de la secundaria. Y ni siquiera eso terminaba de convencerme.

Aparte de ser un desmadre de morrita, también tenía excelencia académica y al finalizar el primer año de la secundaría, me regalaron un viaje al DF por una semana gracias a que gané un concurso académico estatal, lo que implicaba que iba a ir acompañada de maestras y demás chamacos cerebritos. Una vez en la gran ciudad me salí a recorrer las calles cercanas al hotel buscando una librería. Iba pasando por la Alameda degustando un riquísimo helado de fresa, cuando, entre todo el ruido de la ciudad, escuché un sonido bastante particular.

Sonaba fuerte, rudo, incontenible. Nunca había escuchado algo como aquello: GOD SAVE THE QUEEN THE FASCIST REGIME THEY MADE YOU A MORON POTENTIAL H-BOMB, no me impactó tanto la letra, sino el sonido... la voz, de quien después sabría que se llama Johnny Rotten, empecé a busca el origen del ruido y fue ahí cuando escuché las palabras que me hacían falta en mi vocabulario, cuando por fin encontré aquello que tanto buscaba para empezar a comprender la acción de vivir. DON´T BE TOLD WHAT YOU WANT DON´T BE TOLD WHAT YOU NEED THERE´S NO FUTURE, NO FUTURE NO FUTURE FOR YOU.

Luego de unos minutos de caminar encontré una grabadora tirada en el piso junto a varios punkies haciendo slam. Me quedé parada junto a ellos con la vista clavada a la grabadora. Mi helado de fresa se derretía en mi mano. Luego mi cuerpo empezó a vibrar de una manera muy especial, (parecido a un orgasmo, aunque en esos días todavía no sabía exactamente que significaba esa palabra). I AM AN ANTICHRIST
I AM AN ANARCHIST DON´T KNOW WHAT I WANT BUT I KNOW HOW TO GET IT I WANNA DESTROY THE PASSER BY COS I ... I WANNA BE ANARCHY ! NO DOGS, BODY.

Volteé hacía un chico que se me quedaba viendo de una manera muy curiosa y le dije:¿ Te compro el cassette, cuanto quieres? Y con una sonrisa me pidió mi helado de fresa a cambio del Never Mind the Bollocks, Here's the Sex Pistols. ¡Fiesta!, pensé y se lo dí. El punkie apagó la grabadora, puso el cassette en su cajita y me lo dio, los otros que hacían slam no tardaron en renegar y aquel muchacho de mirada dulce que me pidió el helado, peló unos ojotes y les grito no se que cosas, en las palabras ni me fijé porque yo estaba más ocupada en sorprenderme por la forma tan rápida que cambió su energía, sólo alcancé a escuchar: La niña lo quiere y ya se lo dí.




Les juro que hasta ese día no había escuchado nada que se pareciera a ellos, y no lo digo por el sonido, sino por la actitud y la fuerza que los sex pistols manejaban, sobre todo cuando Johnny Rotten gritaba. Me identifiqué con ellos, supe que realmente dentro de mi había demasiado de ese feeling, por eso es y seguirá siendo uno de mis discos favoritos y de lo más escuchado en los últimos días. Ahora que lo he puesto toda la mañana me recuerda que la realidad no es del todo amor y paz, sino anarquia y destrucción.

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