lunes, 14 de mayo de 2007

"No hay nada mejor que casa"

He pasado unos días difíciles. Estoy acostumbrada a meterme en mi interior a sanar heridas, esta vez los golpes sanados no fueron a matar así que solamente me encerré en mi misma a guardar unos minutos de silencio. Rompiendo en llanto mi abuelita me pidió, casi rogándome, que me quedara ¿Cómo iba a poder largarme viendo su sufrimiento? Casi sin pensar tome una decisión con el corazón, le dije que me quedaría aquí, aunque postergara aún más mis planes, pero fue hasta después de ver la calma y la sonrisa en sus caras y escuchar las múltiples opciones que me daba para, por si me arrepentía, considerar aún más quedarme ya sin usar el chantaje-inevitable-emocional, que caí en cuenta de lo que significaba para mi futuro inmediato y mediato quedarme acá.

Confundí por unos días mi tristeza. Ya no sabía si sentía desconsuelo por ellos, mis abuelos, que se sentían abandonados y desprotegidos ante mi partida o en cambio un enorme ahogo por ver mis anhelos desmoronándose frente a mi nariz.

No hay comentarios.: