viernes, 25 de mayo de 2007

my Master

Primera parte.

Hacía cinco años que no nos mirábamos.

Un día al llegar de la secundaría, mi mamá explicó su ausencia diciendo que estaba en su casa preparando todo para irse al DF y que no sería un viaje de vacaciones sino definitivo, su padre lo había convencido y ahora viviría a su lado. Al enterarme, cogí mi mochila y corrí sin parar hasta casa. El llanto se me mezclaba en un hibrido de emociones, no era para menos, estaba perdiendo a mi amigo de todas las tardes, la persona con mejor oído musical que hasta ese entonces había conocido, aparte me comprendía, siempre lo había hecho, decía que teníamos el mismo instinto perverso.

Desde que descubrimos nuestra afinidad por el rock, pasamos tardes enteras escuchando discos de las que llamaba las grandes bandas. Los fines de semana no nos veíamos, así que el viernes me tenía listo un caset que grababa con una selección de canciones especiales para cada momento del día. Esperaba ansiosa los viernes, el camino de regreso a casa se me hacía la más larga travesía. Golpeaba mi mano izquierda con la cinta imaginando la combinación de sonidos que escucharía al llegar a mi cuarto y correr hacía mi grabadora, mi máximo tesoro, por lo general siempre era algo muy diferente a lo que me imaginaba. Podrá pensar que no los tengo, pero después de tantos años ahí están guardados en mi rincón favorito metidos en una cajita.

Pero no sólo la música nos unía, había muchas otras cosas que gozábamos compartiendo, cómo el gusto por la poesía, los libros de ciencia ficción, el gusto de andar rayándonos los brazos con diseños hechos a pluma, que después se convertiría en una pasión compartida por los tatuajes y todo lo que se incluye en arte corporal; también mirábamos las caricaturas, la lucha libre, salíamos a jugar dominadas con el balón cuando empecé a jugar fútbol en la primaria.

Las personas a nuestro alrededor nos miraban siempre con sorpresa al ver lo bien que nos llevábamos, parecía mi hermano mayor pues crecimos juntos, más bien yo crecí a su lado, ya que en mi niñez entre la escuela y mi casa tenía que pasar por el trabajo de mamá, ahí fue donde le conocí y forjamos los lazos tan fuertes de cariño que ahora nos unen. Es mi tío lejano, no recuerdo que tanto sólo sé que mi madre trabajaba con la de él y las unía una relación de primas segundas o algo así. Aún siendo prácticamente de la misma familia nadie se explicaba cómo un joven de su edad se podía entender tanto con una niña, si me llevaba 12 años.

Así que un día se fue y me dejó como despedida una pequeña nota con explicaciones efímeras que no quise entender. Yo tenía 13 años también muchos amigos y varias amigas, su ausencia con el paso de los años dejó de pesar, no lo podría olvidar nunca, pero por la separación, aparentemente definitiva entre nosotros, logré extrañarle cada vez menos.

Hacía cinco años que no nos mirábamos y estábamos a punto de reencontrarnos.

Una noche mientras el tedio hacia de las suyas, decidí entrar a una sala de Chat, después de un rato me lo encontré ahí así, de repente… y no es que lo haya identificado a la primera, más bien no lo identifiqué, nos dimos nuestros correos y nos agregamos al msn. Ahí platicamos varias veces, hasta que un buen día se nos ocurre decirnos nuestros nombres reales e intercambiar fotos. Si me preguntan que significa la palabra ‘sorpresa’ defino lo qué sentí en ese momento. Al principio desconcierto, no sabía si en realidad era él, los cinco años que pasaron no le cambiaron demasiado, se veía un poco diferente pero lo que me hacía dudar era el asombro, la resistencia a creer que de esa manera me estaba reencontrando con él que era más que mi tío, luego llegó puntual la euforia y el corazón brincaba sin parar, en la garganta un nudo y dos segundos después de mirar fijamente la fotografía, leo en su ventana: “Me llamo Ulises pero no de Ítaca”, sí era él. Al cabo de sobre llevar el asombro seguimos chateando hasta que me invitó al DF, conseguí el permiso de mamá y aprovechando las vacaciones de verano me lancé para allá. El vuelo salió puntual, dentro de unas horas Ulises pasaría por mí al aeropuerto. Llegué sin contratiempos, con mi equipaje en la mano empecé a buscarlo entre la gente. Hacía cinco años que no nos mirábamos y ya se sentía pesar el tiempo pues al encontrarnos frente a frente, ambos nos fuimos de largo y luego de voltear para todos lados volvimos la mirada en una escena muy telenovelezca, todavía nos reímos de ello.

Nosotros nos sentíamos diferentes aunque ninguno lo confesó. Desde que nos abrazamos en el aeropuerto no dejamos de sentirnos extraños, nos reconocíamos uno en el otro como siempre pero algo diferente merodeaba entre nosotros. Subimos al coche y fuimos directo a su departamento. Me instalé cómodamente en la habitación que usaba para las visitas. El lugar era amplió y extremadamente confortable. Tomé un baño y después de ello nos fuimos a comer y recorrer la ciudad. Platicamos, reímos, escuchamos música hasta el cansancio, ya caída la tarde fuimos de compras a un supermercado, yo le había prometido preparar la cena y quedarnos esa noche hasta muy tarde reponiendo el tiempo perdido.

Cuando era pequeña solía echarme entre sus brazos mientras leía en voz alta un cuento o simplemente para ver la televisión, incluso muchas veces me quedé dormida a su lado, pero ahora cada contacto lo sentía diferente, hasta temía sonrojarme cuando me hacía comentarios de lo crecida y diferente que estaba, que ya no era más la niña con la que pasaba tanto tiempo aunque aún le parecían minutos las horas a mi lado. Me sentía enormemente atraída por Ulises, su cuerpo estaba mucho más trabajado, su cabello ya no era largo y su manera de vestir era muchísimo más formal que años atrás. Un calor invadía mi cuerpo, mi frente sudaba cada que rozábamos nuestra piel, era todo un hombre con facciones fuertes y sensuales pero a la vez conservaba ese toqué de misterio que siempre me dejaba con la boca abierta, de niña porque no encontraba explicación para esa energía que sentía emanar de su cuerpo, pero ahora todas esas cualidades me tenían nerviosa y disimuladamente excitada.

continua...

6 comentarios:

Starjammer dijo...

¬¬


pinche continuación....


ya que siga! (ptm)

Pater Noster dijo...

idem

demasiado intenso para quedar pendiente jajaja

Naik.Hideki dijo...

shhh apurale!!! quiero saber que hicieron!!!

Anónimo dijo...

Hola BereNoise, para cuando la continuación?

Ya mero?
Ya mero?
Ya mero?

YAAAAAAAAAA?????

Jaja, saludos de =)))Doko(((=
Besos!

Unknown dijo...

Que bueno que llegue ya que estaban las dos partes, también me quede picado con la primera asi que deja veo que sigue, ah me encanta el suspenso.

Saludos.

The hobbit Tuk dijo...

Esto es bastante interesante... mejor que mi novela de las 9:30