miércoles, 18 de enero de 2006

Interpreta mi silencio como la más fina de las caricias. Mi boca cerrada y mis ojos clavados hacia la calle observando los autos pasar. Sin cigarro, sin nada en las manos, sólo con la esperanza bien puesta en el tiempo; son mi mejor manera de decir que te amo.

Y si estas, algún día, observando los autos pasar del otro lado de la calle, quizá el rojo sea nuestro verde y seguiremos adelante por ese boulevard sin retornos.

Ya me imagino. Tomados de la mano caminando por la glorieta, viendo todos los coches pasar, una y otra vez. Estarán observándonos caminar sin prisa y tocarán sus bocinas y blasfemaran resonancias que se perderán con las oscilaciones del sonido y nunca llegaremos a escucharlos.

Es lindo amor. Caminar a tu lado unidos de las manos. No saber absolutamente nada, ni hacernos preguntas; es magnifico no buscar respuestas, pero infinitamente más bello es esperarnos todos los días en la banqueta de enfrente y no mirar hacia allá. Sólo observar los autos pasar, sin mas, en esta calle sin semáforos.

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