lunes, 18 de agosto de 2008

Hay que seguir.

No hay más remedio que escribir, aunque el sólo hecho de abrir el procesador de textos me cause mucha flojera y es que es así como me he acostumbrado a hacerlo. Volver, me significa muchísimas más cosas de la que cualquiera pensaría. No solamente porque aquí me siento inexplicablemente cobijada por mi pasado, sino por la necesidad de escribir de nuevo como yo misma, esta que siempre he sido, con mis párrafos aburridos y mi mala redacción.

Afuera hace buen tiempo, calor húmedo y una luz que baña los árboles con más color que en primavera, pero no me apetece estar sentada bajo uno de ellos. Recorrer el jardín y cortar las flores secas o por fin poner esa tela que proteja las rosas del ardor del sol, nada de eso me satisface ahora mismo. En cambio, estoy acá escribiendo sobre ello y puedo respirar mejor, imaginar el aroma de la tierra y sentir la vida que hay en el ambiente a mediados de Agosto –como todos los años- al caer la tarde.

Aquí. Encerrada con la refrigeración prendida, frente a la computadora y escribiendo, me siento mejor que allá afuera. Sí que debo ser rarita. Preferir estar recreando sensaciones en vez de salir y sentir todo a flor de piel, pero que le vamos a hacer, no hay más. Me gusta imaginármelo, recordarlo y volverlo a sentir; como si estuviera practicando para cuando ya no esté aquí, para no olvidarme nunca de lo que se vive en mi casa, en mi patio a mediados de agosto.


Y caigo en la cuenta: ¡A la, que bien que he vuelto! Y aquí me tienen, gozando nuevamente de venir a postear dos que tres frases que cuando las vuelva a leer me recordarán lo que estoy sintiendo ahora mismo; si sí deja cosas buenas tener el hábito de escribir. Escribir por escribir, sin necesidad aparente.

3 comentarios:

Matanguero dijo...

A mí no me gusta mucho salir. Luego me gasto mi dinero y así.

: ) dijo...

Cierto , escribir sin necesidad aparente , pero , a poco no es genial sentir esa necesidad ?
Yo estuve a punto de dejar todo , pero aquí encuentro la tranquilidad que no me dan las rosas en mi pequeñisimo jardín , la vista de la nubes por mi ventanal , prefiero una y mil veces estar aquí , frente a mi Nirvana , aunque al querer levantarme se me dificulte y los codos no los pueda mover , pero eas necesidad de uds no la cambio 1
Bienvenida nuevamente !
( gracias por cambiar el color , mis ojos sufrían )
Un abrazoooo !

Anónimo dijo...

Qué bien que volviste! Ya me habías avisado por ahí en mi blog, pero he andado tan emproblemada estos días que... Sobre eso la naturaleza, me recordaste un cuentito de Cortázar, uno que vienen en el libro de 'un tal Lucas', se llama algo así de la naturaleza, si no lo has leído te lo recomiendo mucho, igual te gusta.
Abrazotes (yo no sé si vuelva a la goteradelosdias, pero por aquí sí volveré)