sábado, 7 de abril de 2007

Ayer, día de ir a la playa.

De pronto el ir hacia lugares con mar me da emoción pero de esas calladas y sumisas. Al llegar a ese pequeño mundo entre la borrachera, vacación, familiasjugandoabañarsenelmar como cada semana santa, Mujeres con traje de baño (caminan solas por las playas de su llanto), el sol y la arena me hacían desesperar y por instantes querer regresar a casa, tirarme en la cama y mirar una película hasta quedarme dormida (con la pena pero mi cansancio, producto de la matada que me he dado trabajando y lidiando gente, no me alcanza para comprarme más ánimo) aún así allí estaba. Al mirar alrededor de mi y mirar todo eso la neta que me daba machín hueva, alcé la mirada hacia el mar y me quedé abstraída mirando como mis expectativas flotaban mar adentro, no me quedó más que resignar y caminar cabizbaja hacia una orilla de mar pichurrienta y llena de millones de cosas que no tenía contempladas para ese día.

La ira de Berenize: pero que PINCHE INGENUA SOY HIJOESUPUTAMADRE (luego toma un trago largo a su cerveza tekate roja bien helada, se calma y se sienta a la orilla de la playa).

Chingada madre, debería tener el poder de eliminar a la doña que vende huaraches en media playa, a los morritos que chapotean enfrente de mi, al señor que vende paletas heladas, al maldito perro que se comió las papas fritas mientras yo renegaba para mi misma, es que la neta sí andaba bien paleta payaso (con el palo bien ensartado pero con un sonrisón) no mames ¿por qué soy así?


Hasta que a alguien se le ocurrió caminar y buscar un lugar más pacifico, la neta a mí no se me había ocurrido porque pensé que toda esa área estaba igual de castrante, así que caminamos y después de atravesar un estero encontramos un lugar más tranquilo para disfrutar la estadía. Claro que también pasaba el señor de las paletas y había muchos niños chapoteando en la playa pero pues chingao si llevaba a mi negrito a disfrutar del mar, que no tardó mucho en ponerse a nadar mientras sus papás, ana y yo nos tirábamos en la arena a disfrutar de unas suculentas cervezas, fumar y entre gritos a Axl (mi sobrino negrito) pasar ahora sí un buen momento, yeah… esto sí es fuckin beach, sobre todo porque no estaba escuchando renegar a la negra que bien rascada por el hambre se fue con Nasly a comer y ya no nos encontró, juas!


Pasé un día medianamente chingón, hoy volveremos a la playa pero ahora iremos del lado norte donde se juega al rockandroll, donde anda la banda, donde se puede una tirar en la arena a reflexionar, alucinar o simplemente a dormir. No sé porque pero presiento que hoy será un día de esos fuera de la realidad, que van a pasar cosas que espero contar después.

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