lunes, 25 de octubre de 2004

cosas fugaces

Anoche mientras terminaba de ver una película, recostada sobre mi cama dí un giro para acomodarme, al momento de hacerlo sentí como si estuvieras acostado a un lado de mi. Una sensación rara me invadió pues sentía la necesidad enorme de que en realidad estuvieras ahí acostado.

Te puedo imaginar como estarías ahí, con tus lentes puestos, en una mano un libro y en la otra un cigarrillo, en la mesita de tu lado, estoy segura, tendrías un vaso con vodka.

Leerías, fumarías y seguirías ahí inerte ante mi, de esas veces en la que yo no podría tocarte, ni siquiera con la mirada, pues tus sentidos no son mios y ese amor tuyo no dejaría que me tocaras mientras tuvieras un libro en la mano.

Entonces yo me resignaría a que no me tocaras y me voltearía como lo estaba haciendo en ese momento para tampoco mirarte, para tampoco querer tocarte y trataría de sumergirme en la pasión mía por imaginar cosas que hacen o harían de mi vida algo menos complicado, algo que, después de saber que estás ahí, absorto de la realidad real que estarías viviendo conmigo, me ayudara a poder pasar la noche tranquila y sentirte como si estuvieras realmente a mi lado. Cuando no estas ni aquí ni allá, ¿Quién sabe donde estés?

No hay comentarios.: